Sanae Takaichi, una política ultraconservadora del Partido Liberal Democrático (PLD), ha hecho historia al convertirse en la primera mujer primera ministra de Japón. Su investidura se produjo tras una votación en la Cámara baja de la Dieta, donde recibió 237 votos de los 465 escaños, lo que la convierte en la 104ª líder del Gobierno japonés. Takaichi sustituye a Shigeru Ishiba, quien dejó el cargo tras un año de mandato marcado por dos fracasos electorales.
Desafíos en un Contexto Global Incierto
Takaichi enfrentará desafíos significativos en un entorno global complejo, caracterizado por guerras comerciales y un elevado coste de vida en Japón. Además, debe gestionar cuestiones internas como la baja natalidad y el creciente rechazo hacia la migración. Su llegada a la cima del Ejecutivo tiene un valor simbólico en una sociedad donde persiste una profunda brecha de género, especialmente en política, donde solo un 16% de los miembros de la Cámara baja son mujeres.
Alianzas Estratégicas para la Investidura
La nueva primera ministra logró su puesto gracias al apoyo de sus colegas y a un acuerdo de última hora con el minoritario Partido de la Innovación (Ishin), afín al ala dura del PLD. El pacto fue crucial después de que Komeito, su socio de coalición durante 26 años, anunciara que retiraba su apoyo. La oposición, fragmentada en diversas formaciones, no ha logrado plantear una alternativa real de gobierno.
Trayectoria Política de Sanae Takaichi
Sanae Takaichi tiene una vasta trayectoria en la política nipona. Desde los años noventa ha ocupado diversos cargos, incluyendo ministerios como el de Seguridad Económica y el de Interior. Admiro a Margaret Thatcher y ha manifestado su deseo de emular su enfoque decisivo: “Mi objetivo es ser la dama de hierro”, afirmó en los debates para liderar el partido. Su vestimenta durante la investidura, un traje azul y un collar de perlas, reflejaba esta inspiración.
Expectativas en un Contexto de Brecha de Género
Takaichi es percibida como pionera, aunque su postura sobre las políticas de igualdad de género ha sido cuestionada. Si bien fue ministra de Igualdad de Género, se opuso a cambios significativos, como la ley de sucesión imperial masculina y la exigencia de que las parejas casadas compartan el mismo apellido, un tema que simboliza la lucha por la igualdad en Japón. En el Informe de Brecha de Género 2025 del Foro Económico Mundial, Japón ocupa el puesto 118 de 148 países, el más bajo entre los miembros del G-7.
Promesas y Propuestas de Takaichi
Entre sus promesas destacan la formación de un Gabinete que priorice la paridad y la atención a las dificultades que enfrentan las mujeres en el mundo laboral. Asimismo, ha abordado públicamente temas como la menopausia y ha expresado su intención de apoyar a las cuidadoras para que puedan seguir desarrollándose profesionalmente.
Política Nacionalista y Preparativos Internacionales
Takaichi es considerada una nacionalista de línea dura, con intenciones de modificar la constitución pacifista de Japón y dar un papel más prominente a los militares. Sus visitas regulares al santuario Yasukuni en Tokio son motivo de controversia, ya que este memorial es visto por naciones vecinas como China y Corea del Sur como un símbolo de la agresión japonesa en el pasado.
Uno de sus primeros desafíos será preparar la visita del presidente estadounidense, Donald Trump, a Japón. Apasionada por el béisbol, con un pasado como motera y baterista de una banda de heavy metal, Takaichi se ha presentado como una heredera política del ex primer ministro Shinzo Abe, quien la convocó en 2006 para un puesto en su gabinete.
Finalmente, su trayectoria incluye intentos previos por liderar el PLD, lo que refleja su perseverancia en un contexto político difícil. Su reciente ascenso, marcado por una serie de cambios significativos en el partido, ofrece un nuevo capítulo en la historia política de Japón.
