La Tensión Electoral en el Barrio Franklin de Santiago
El mercado de carne en el barrio Franklin, en Santiago, es un lugar donde el bullicio nunca cesa. Sin embargo, el 21 de noviembre, la llegada del ultraconservador José Antonio Kast generó un estruendo aún mayor entre las carnicerías y bodegas del sector. El venezolano Jonathan González, carnicero de 43 años, se vio atrapado en la multitud que vitoreaba y abucheaba al candidato del Partido Republicano. En un momento, se acercó a Kast para expresarle su temor sobre la posibilidad de ser expulsado del país: “No todos los migrantes sin documentación son iguales”, le dijo, enfatizando que existen gente buena y mala en todas partes.
Kast, en su respuesta, afirmó que su intención es «ordenar la casa». Según él, los extranjeros en situación irregular deben salir de Chile, aunque podría ser posible que regresen más tarde con un visado. González, que llegó a Chile en 2019 por un paso no habilitado y solo tiene un documento de identidad provisorio, expresó su inquietud: “Estamos asustados porque si gana ese candidato nos eliminan de aquí. La xenofobia está muy presente y la gente ya está asustada”. La incertidumbre sobre el futuro se intensifica a medida que se acercan las elecciones presidenciales del 14 de diciembre.
El Miedo en la Comunidad Venezolana
Las encuestas recientes muestran que Kast tiene una amplia ventaja sobre la candidata comunista Jeannette Jara, quien representa a la izquierda. Uno de los puntos más controvertidos en la campaña de Kast ha sido su promesa de expulsar a más de 330,000 inmigrantes en condición irregular, haciendo un llamado a que ellos mismos colaboren en financiar su salida. “No vamos a regularizar a ninguno y les estamos diciendo a todos ellos que les quedan 92 días para que dejen nuestro país libremente”, afirmó Kast en el último debate presidencial.
Es importante destacar que estas medidas no afectarán a la mayoría de los extranjeros que residen legalmente en Chile, donde hay cerca de 1,9 millones de personas con documentación, de las cuales un 40% son venezolanos. Sin embargo, la preocupación entre los migrantes es palpable, y muchos temen las repercusiones que podría tener la elección de un candidato como Kast sobre su situación en el país.
Perspectivas de los Migrantes
Iris Contreras, una psicóloga de 30 años que emigró de Valencia, Venezuela, en 2017, compartió su visión sobre la polarización política en las elecciones. “Cuando converso con la gente, dicen que votarán nulo porque no les gustan los extremos”, comentó. A pesar de no haber podido ejercer su carrera en Chile, considera que su trabajo ha sido suficiente para enviar apoyo económico a su familia en Venezuela.
A diferencia de las elecciones de diciembre de 2021, donde se mostraron banderas de Venezuela en los actos de campaña de Kast, esta vez los migrantes no han sido el foco principal. Lisbeth Nava, activista política de oposición al régimen de Nicolás Maduro, vive en Santiago y aunque planea votar por Kast, se abstiene de participar en sus eventos debido a su discurso hostil hacia los migrantes.
Un Futuro Incierto
Marcos Garzón, un sociólogo de 39 años proveniente de Barinas, comentó que la comunidad migrante se encuentra en un dilema. “La migración venezolana se ha convertido en un saco de boxeo en las campañas políticas”, afirmó, señalando la preocupación por la polarización en el discurso público. Kast ha advertido a los migrantes en situación irregular sobre la necesidad de abandonar Chile antes de que él asuma el poder, mientras que Jara ha prometido un proceso de empadronamiento, aunque no implicaría la regularización de quienes ingresaron de manera irregular.
Nancy Argüello, de 53 años y abuela de cinco niños chilenos, recordó su experiencia de emigrar de Venezuela y cuestionó el discurso de Kast, aunque no planea votar por Jara debido a sus temores hacia el comunismo. Ana Peña, por su parte, expresó su miedo respecto al ascenso de Kast y los extremismos en su campaña, señalando que Chile tiene instituciones sólidas que podrían moderar cualquier medida extrema.
A medida que se acercan las elecciones, la comunidad migrante en Chile observa con atención el desarrollo de los eventos, sintiendo la tensión que la política genera en su cotidianidad.
