Los Homenajes de Donald Trump en su Segundo Mandato
Durante el mes de diciembre, Donald Trump ha llevado su iniciativa de nombrar instituciones y lugares a un nuevo nivel. Entre sus recientes decisiones destaca la designación de un nuevo tipo de buques de guerra que Estados Unidos construirá, así como la renombración del Instituto Estadounidense para la Paz y el famoso Kennedy Center en Washington, que ahora se llamará The Donald J. Trump and the John F. Kennedy Memorial Center.
Proyectos Ambiciosos en Washington
Además de estas iniciativas, Trump anunció planes para erigir un arco de triunfo en el National Mall, conocido como el Arc de Trump, y la construcción de un nuevo salón de baile que, al terminarse, se llamará The Donald J. Trump Ballroom. Estas acciones reflejan su deseo de dejar una marca indeleble en la capital estadounidense.
Entre sus propuestas, también se encuentra Trump Rx, una plataforma destinada a ofrecer medicamentos recetados a precios accesibles. Asimismo, las Cuentas Trump, que funcionan como un cheque bebé de 1,000 dólares que los beneficiarios pueden invertir en la bolsa, y las Tarjetas Trump de Oro y Platino, que permiten a individuos y empresas acelerar el proceso de residencia en EE. UU. a cambio de una donación significativa al Departamento de Comercio.
Un Ejemplo de Vanidad Sin Precedentes
El fervor de Trump por inscribir su nombre en edificaciones y proyectos ha sido inédito en la historia de los presidentes estadounidenses, según historiadores. Russell Riley, codirector del Programa de Historia Oral Presidencial en la Universidad de Virginia, destaca que este tipo de homenajes solía ser reservado para después de dejar el cargo. Riley enfatiza que «culturalmente, se consideraba inapropiado que un presidente se homenajeara a sí mismo de esta manera.»
Trump, conocido por su carrera como promotor inmobiliario, ha imprimido su nombre en una variedad de productos y lugares, desde torres y hoteles, hasta campos de golf y una plataforma de redes sociales.
Cambios en la Geografía y la Militarización
Su afán por cambiar nombres no se detiene en su propia imagen. En el día de su toma de posesión, Trump emitió un decreto que renombraba el Golfo de México como «Golfo de América» y restablecía el nombre de Monte McKinley para la montaña más alta de EE. UU., antes conocida como Denali, recuperando así el tributo a un ex-presidente.
También ha impulsado cambios en el ejército, buscando rescatar el título de «Secretario de Guerra» para el Departamento de Defensa, un nombre que no se ha utilizado desde la Segunda Guerra Mundial.
Controversia en el Kennedy Center
La legitimidad de algunos de estos cambios, como el renombramiento del Kennedy Center, ha suscitado debate. Oficialmente, el establecimiento fue nombrado por el Congreso, por lo que cualquier cambio debería ser aprobado por este organismo. Sin embargo, el patronato, compuesto en su totalidad por personas designadas por Trump, aprobó la decisión sin la claridad de su autoridad legal.
Esta obsesión por dejar su huella en la historia puede estar motivada por el deseo de Trump de asegurar que su legado se mantenga vivo; un temor de que futuras administraciones no le honren como considera que merece, dado el contexto político actual.
Expectativas Futuros Homenajes
Con el 250.º aniversario de Estados Unidos en el horizonte y varios monumentos históricos a su disposición, muchos especulan sobre qué otros lugares podría renombrar el presidente. Las expectativas permanecen mientras Trump continúa haciendo olas en la política estadounidense.
