Los habitantes de Bogotá están cada vez más interesados en conocer y cuidar los ecosistemas que rodean su ciudad. Diversas organizaciones ambientales, turísticas y comunitarias han unido esfuerzos para incentivar a los bogotanos a explorar sus cerros, páramos, bosques y humedales. Este acercamiento busca fomentar la conservación de estos ecosistemas, que son esenciales para la vida en la capital de Colombia, que alberga a casi ocho millones de personas, ofreciendo servicios ecológicos vitales como el abastecimiento de agua y la purificación del aire.
Aumento en la Demanda de Ecoturismo
Baleny Torres, directora de RoadTrip Colombia, una empresa dedicada al turismo de naturaleza, destaca que la demanda por recorridos en Bogotá y sus alrededores ha aumentado de manera constante. En colaboración con guías locales y organizaciones comunitarias, RoadTrip organiza excursiones al páramo de Chingaza, donde los participantes aprenden sobre los sistemas hidrológicos que abastecen de agua a la ciudad. También se visitan el páramo de Guacheneque, cuna del río Bogotá, donde se debate sobre su contaminación, y zonas rurales de localidades como Ciudad Bolívar, Usme y Sumapaz, donde se encuentra el páramo más grande del mundo. Aunque el acceso al páramo de Sumapaz está restringido debido a la ausencia de un Plan de Ordenamiento Ecoturístico, los excursionistas pueden explorar zonas aledañas y conocer los esfuerzos de conservación de las comunidades locales.
Ecoturismo Regenerativo en La Vega
RoadTrip también se extiende a municipios cercanos como La Vega, a una hora y media en coche de Bogotá, donde se asocia con Paraíso Andino, un proyecto de turismo regenerativo que ha transformado 25 hectáreas de potreros en bosque subandino desde 2008. Germán Galindo, fundador de este proyecto y zootecnista, enfatiza la importancia de este ecosistema, que actúa como un puente entre regiones cálidas y frías, y lamenta la escasez que queda del bosque subandino en una zona de alta densidad poblacional y actividad agropecuaria.
En esta región, frecuentada por bogotanos para escapadas de fin de semana, se ofrecen recorridos por 10 kilómetros de senderos, así como alojamiento para quienes deseen pasar la noche. Los visitantes pueden observar 140 especies de aves y 17 de mamíferos, además de aprender sobre la restauración ecológica, los efectos de la deforestación y cómo pueden contribuir a proteger la naturaleza.
Conciencia Ambiental y Restauración
El enfoque de Galindo no solo se centra en restaurar áreas degradadas, sino en generar conciencia ambiental. Asegura que su iniciativa ha tenido impacto: ha recibido cientos de visitantes y ha apoyado a siete vecinos en la creación de proyectos similares en sus terrenos. Su hijo Camilo añade que el proyecto ha sido exitoso tanto para la conservación como para la comunidad.
Conservación de Humedales en Bogotá
Germán Galindo, con una trayectoria familiar en iniciativas ecológicas, recuerda su participación en la protección de los humedales de Bogotá en los años 90, cuando casi habían desaparecido. La ciudad perdió gran parte de su patrimonio hídrico, pasando de 50,000 hectáreas de lagos a solo 727 en la actualidad.
En este contexto, la Fundación de Humedales de Bogotá, creada en 2011 por Jorge Emmanuel Escobar, aboga por la conservación de estos ecosistemas, que son fundamentales para la biodiversidad local y la calidad del aire. Escobar subraya que los humedales forman parte de la identidad bogotana y celebra su reciente transformación en espacios de educación ambiental y ecoturismo.
Desafíos y Oportunidades del Ecoturismo
Aunque las caminatas son herramientas efectivas para la conservación, Escobar advierte sobre la necesidad de gestionarlas de manera responsable. Los Planes de Ordenamiento de Ecoturismo han implementado límites de carga y regulaciones para preservar la integridad de los ecosistemas. “Un manejo adecuado convierte el senderismo en una herramienta poderosa que fomenta el aprendizaje y el sentido de pertenencia”, concluye.
