Crisis en el PSOE: Pedro Sánchez censa a Antonio Hernández tras denuncias de acoso
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tomado una decisión drástica en el contexto de la crisis abierta en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) debido al caso de Francisco Salazar. Ha cesado a Antonio Hernández, quien era el número dos de Salazar en Moncloa, de su cargo como director del departamento de Coordinación Política en el Gabinete de la Presidencia. Esta información ha sido confirmada por fuentes del Ejecutivo y reportada inicialmente por elDiario.es.
Consecuencias del caso Salazar
Además de ser cesado en Moncloa, Hernández también dejará su puesto en la ejecutiva del PSOE de Andalucía, donde ocupaba la Secretaría de Datos, Análisis y Prospectiva. En La Moncloa, Hernández formaba parte del equipo encargado del análisis y la estrategia electoral. Según informaciones oficiales, la salida de Hernández fue acordada de mutuo acuerdo y se hará efectiva en el próximo Consejo de Ministros, programado para el martes.
Sánchez rompió su silencio sobre el caso Paco Salazar el sábado pasado, en el que Salazar, un colaborador cercano del presidente, enfrenta varias denuncias de acoso por parte de mujeres. El malestar creciente en el partido por la falta de acción de la dirección obligó a Sánchez a pedir disculpas públicamente.
Denuncias de acoso y falta de acción
Francisco Salazar había sido parte del círculo más cercano de Sánchez desde 2017, pero su situación cambió en junio, cuando se hicieron públicas las denuncias de acoso. En una conversación en el Congreso, Sánchez admitió su responsabilidad por no haber contacto con las víctimas durante seis meses, a pesar de que dos de ellas utilizaron el canal establecido para presentar sus denuncias.
Las denuncias, registradas en julio por dos trabajadoras con carnet de militante en el complejo de La Moncloa, no fueron tratadas con la celeridad necesaria, lo que generó un profundo descontento en el partido. Numerosos cargos del PSOE han solicitado que el caso sea llevado a la Fiscalía. Sánchez, no obstante, desmintió cualquier “connivencia” con Salazar y refutó que hubiera intencionalidad en la demora en la respuesta a las víctimas. Desde julio, la Oficina Antiacoso no había avanzado en su tramitación ni contactado a las denunciantes, lo que ha provocado una tormenta interna en el partido.
Reacciones al escándalo
El asunto ha sido avivado no solo por la oposición, sino también por miembros destacados del PSOE. Referentes feministas como Adriana Lastra y Andrea Fernández han exigido explicaciones públicas y acciones contundentes ante esta crisis. En respuesta a las demandas, Sánchez afirmó que, legalmente, el PSOE no puede llevar este caso a la Fiscalía, dado que se trata de denuncias anónimas y que son las víctimas quienes deben hacerlo. Sin embargo, el presidente se comprometió a acelerar la tramitación del expediente y a brindar asistencia a las denunciantes para que puedan proceder si así lo desean.
