El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha lanzado su última ofensiva económica a pocas semanas de finalizar 2025. Este plan incluye tres medidas clave diseñadas para mejorar las condiciones de vida de millones de colombianos, especialmente de los sectores más vulnerables y de clase media. Además, busca crear un apoyo sólido para un candidato que continúe su legado en las elecciones presidenciales de mayo de 2026. Entre estas acciones destacan un aumento histórico del salario mínimo del 23,8%, la implementación de una reforma laboral aprobada este año, y la reciente declaratoria de una emergencia económica que permite una reforma tributaria orientada a gravar a los más ricos. Las reacciones de gremios empresariales y la oposición política han sido contundentemente críticas hacia estas decisiones.
Aumento del Salario Mínimo
En una memorable alocución, Gustavo Petro decretó el mayor aumento del salario mínimo en las últimas décadas, tras semanas de desacuerdos entre sindicatos y empresarios. Este incremento del 23,8%, que supera en siete puntos lo solicitado por los sindicatos, situó el salario mensual de más de 2,4 millones de trabajadores en dos millones de pesos, equivalentes a alrededor de 533 dólares. “Se llama el salario o el ingreso vital familiar, no es individual”, aclaró Petro, señalando que esto busca reflejar las necesidades económicas de una familia promedio de tres a cuatro integrantes. Aunque acepta que esta medida podría provocar presiones inflacionarias, él defiende que es un paso hacia la “democratización de la riqueza”.
Implementación de la Reforma Laboral
El 25 de diciembre, días antes del anuncio del aumento salarial, comenzaron a aplicarse puntos cruciales de la reforma laboral, que fue aprobada por el Congreso en junio de este año. Uno de los cambios más significativos es la modificación del horario de la jornada nocturna, que ahora empezará a las 7:00 p.m. en lugar de las 9:00 p.m., lo que conlleva un pago adicional para los trabajadores. Por su parte, el ministerio de Salud anunció que a partir de 2026 se pagará un salario mínimo a los estudiantes de medicina durante su internado, beneficiando a más de 8,000 estudiantes con una inversión superior a 200,000 millones de pesos. Sin embargo, la representante a la Cámara por la Alianza Verde, Katherine Miranda, insistió en que este beneficio no fue una iniciativa del Gobierno, sino de su autoría y con el apoyo de múltiples bancadas.
Emergencia Económica y Reforma Tributaria
La reciente declaración de una emergencia económica busca, entre otras cosas, implementar una reforma tributaria con la cual el Gobierno espera recaudar 16,3 billones de pesos para enfrentar el déficit del presupuesto de 2026. Aunque aún no se han definido medidas específicas, se anticipa un aumento de impuestos sobre el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, así como gravámenes a patrimonios superiores a 2,600 millones de pesos. La legalidad de esta emergencia será objeto de debate en la Corte Constitucional y el Congreso, donde varios expertos han cuestionado su base legal.
Reacciones y Críticas
La Asociación Nacional de Industriales (Andi) ha expresado su preocupación por los riesgos que el aumento del salario mínimo podría representar para la economía colombiana, advirtiendo sobre el impacto en la inflación y el empleo. Además, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) tildó la concertación laboral reciente de «farsa». Tras el anuncio del nuevo salario, se anticipa que el Banco de la República mantenga sus tasas de interés altas para controlar la inflación, actualmente situada en alrededor del 5%.
Las críticas también han surgido desde el ámbito político. La candidata a la presidencia y exalcaldesa de Bogotá, Claudia López, cuestionó la efectividad del aumento, señalando que el 56% de los colombianos informales no se beneficiarán, mientras que otros prominentes líderes han expresado su descontento. En contraposición, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Fabio Arias, celebró el aumento en representación de los sindicatos, manifestando que mejoras en los ingresos de los trabajadores son vitales para la productividad y la economía en general.
Gustavo Petro considera estas tres medidas como su última gran apuesta para lograr el cambio social prometido, impactando a los trabajadores a poco tiempo de las elecciones legislativas y presidenciales en un contexto económico complejo.
