Negociaciones de Paz en Colombia: La Dualidad de Gustavo Petro y los Grupos Disidentes de FARC
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se encuentra en medio de un complejo proceso de negociación de paz con diversos grupos armados. Entre ellos, destacan dos facciones de las disidencias de las extintas FARC, que han sido tratadas de manera desigual por el mandatario. Mientras intensifica ataques militares contra el grupo liderado por Néstor Vera, conocido como Iván Mordisco, Petro busca establecer un diálogo con la facción encabezada por Alexander Díaz Mendoza, apodado Calarcá.
Un Enfoque Diferenciado hacia los Grupos Disidentes
En sus recientes declaraciones, Petro ha delineado una clara diferencia entre ambos grupos. En su visión, Calarcá representa a “verdaderos disidentes” que no firmaron el acuerdo de paz de 2016, mientras que Mordisco ha sido catalogado como un “mafioso” y “traqueto”. Esta postura fue reforzada tras una publicación de Noticias Caracol sobre la supuesta infiltración de Calarcá en las estructuras del Estado colombiano. Aunque Petro inicialmente descalificó la investigación, posteriormente defendió su decisión de negociar con este grupo.
Curiosamente, tanto Mordisco como Calarcá pertenecieron a las FARC; sin embargo, sus caminos se separaron en 2022, lo que ha desencadenado un conflicto armado entre ambos. Desde entonces, Mordisco ha dejado de negociar con el gobierno, mientras que Petro mantiene abierta su mano a Calarcá.
Acordando el Cese de Reclutamiento de Menores
En el más reciente ciclo de negociaciones con Calarcá, se firmó un acuerdo que incluye el cese del reclutamiento de menores de 18 años. Petró celebró este avance, que busca liberar a los menores bajo su control con el apoyo del ICBF. Este paso ha sido fundamental en el marco de un proceso que continúa promoviendo el diálogo.
Críticas a la Estrategia del Gobierno
Sin embargo, la estrategia de Petro ha enfrentado críticas. Durante un debate, la representante de la Alianza Verde, Cathy Juvinao, denunció que el presidente dirige sus ataques militares únicamente contra Mordisco, a pesar de los incumplimientos de Calarcá en sus acuerdos. Juvinao argumentó que el gobierno ha realizado múltiples bombardeos contra Mordisco, mientras que Calarcá ha quedado relativamente libre de ataques.
A pesar de que Calarcá ha sido señalado por actividades ilícitas, incluyendo tráfico de drogas y armas, el presidente Petro no lo ha clasificado de la misma forma que a Mordisco, a quien considera un enemigo significativo.
Implicaciones del Conflicto Armado
El conflicto entre Mordisco y Calarcá ha llevado a un aumento en la violencia en regiones como Guaviare y Caquetá. El Gobierno ha intensificado los operativos militares contra Mordisco, quien ha sido señalado como uno de los principales reclutadores de menores en el país, una acusación que no se extiende a Calarcá.
Además, la relación entre Mordisco y el narcotráfico ha sido objeto de especial atención. Petro ha mencionado que Mordisco participa en oportunidades del narcotráfico a nivel internacional, lo que añade una capa de complejidad a su situación.
Una Controversia en la Mesa de Diálogo
La disidencia entre Mordisco y Calarcá no solo se limita a sus actividades delictivas; también se refleja en cómo el Gobierno se relaciona con ambos. Aunque ambos grupos buscan reivindicar su existencia como continuadores de la FARC, la diferencia crucial radica en la disposición de Flección de dialogar con el gobierno.
La situación en Colombia se sigue desarrollando, con las conversaciones de paz y la acción militar coexistiendo en un entorno de tensión. La vida de millones de colombianos está vinculada a la resolución de estas crisis armadas, un desafío que el gobierno de Gustavo Petro busca enfrentar.
Fe de errores: En la publicación inicial se incluyó una fotografía incorrecta. Alexander Díaz Mendoza, o Calarcá, fue erroneamente asociado con Luis Alberto Albán Urbano, conocido como Marcos Calarcá durante su tiempo como guerrillero en las extintas FARC.
