Pablo Ortiz Monasterio: “La cultura prehispánica resurge tras 300 años de silencio en CDMX”

Pablo Ortiz Monasterio: “La cultura prehispánica resurge tras 300 años de silencio en CDMX”

La Ciudad de México, con 700 años de historia, se convierte nuevamente en el foco de atención del fotógrafo Pablo Ortiz Monasterio. La metrópoli prehispánica, con sus relatos de grandeza, sacrificios y conflictos, ha sido inmortalizada por Ortiz en su último libro, Tenochtitlan (Editorial RM). Esta crónica gráfica no solo rinde homenaje al pasado precolombino de la ciudad, sino que también explora su conexión con la vibrante vida que hoy respira la capital mexicana.

No es la primera vez que Ortiz Monasterio, originario de Ciudad de México desde 1952, mira hacia su ciudad natal. En 1994, presentó La última ciudad, un clásico contemporáneo en la fotografía que contó con la narrativa del autor José Emilio Pacheco. En su reciente obra, se incorpora un ensayo del escritor Álvaro Enrigue, que examina la conquista de Tenochtitlan y el impacto de Hernán Cortés y sus compañeros, ofreciendo una mirada crítica a la historia oficial relacionada con la urbe. Este 2025, la ciudad celebra su 700 aniversario, convirtiendo la publicación de este libro en una ocasión especialmente relevante.

En una visita a su estudio ubicado en el barrio de San Ángel, Ortiz Monasterio cuenta cómo la historia de la ciudad ha influido en su desarrollo visual y emocional. «Todo. Uno es producto de sus circunstancias;», afirma el fotógrafo sobre la experiencia de vivir en una metrópoli con un pasado tan potente y complejo. Su trabajo busca capturar no solo la Ciudad de México actual, sino las huellas de su historia prehispánica que han perdurado a lo largo de los siglos.

Un recorrido visual por la historia

Pregunta: ¿Qué lo motivó a crear este libro?

Respuesta: Durante la pandemia, cuando todos llevaban mascarillas, salí en bicicleta y empecé a explorar la historia de la ciudad, adentrándome en el islote donde se fundó Tenochtitlan. Quería fotografiar no solo la ciudad moderna, sino el territorio que ha sido testigo de su evolución.

P: ¿Por qué siente que es importante esa parte de la ciudad?

R: Se ha intentado borrar su origen prehispánico, y eso nunca se olvida completamente. Este libro busca reconstruir la memoria de 700 años, mostrando que ciertos elementos culturales, como la comida y las tradiciones, aún permanecen vigentes en el mismo contexto histórico.

Un ensayo crítico sobre la conquista

P: En su libro, también se aborda la crítica a las crónicas de los conquistadores. ¿Por qué es importante repensar estas narrativas?

R: Es fundamental tener una mirada crítica hacia esas narrativas históricas. El ensayo de Álvaro Enrigue, aunque académico, ofrece una perspectiva mordaz sobre Hernán Cortés y su expedición. La voz única de Enrigue, con su tono provocador, invita a replantear lo que se ha dado por sentado sobre la conquista.

La fotografía como preservación

P: ¿Puede la fotografía ayudar a recuperar el pasado que se ha intentado olvidar?

R: Aunque no lo repara por completo, sí puede suscitar reflexión. El territorio contiene historias que siempre resurgen y se manifiestan en los rincones de la ciudad. Las escenas cotidianas, como los vendedores que publicitan sus productos, evocan un pasado prehispánico que aún resuena entre los habitantes.

P: ¿Qué desea que sus fotografías logren transmitir?

R: Este libro busca tejer un discurso visual que invite a la reflexión sobre el pasado prehispánico y cómo resuena en la actualidad. Espero que las imágenes y los textos pueden inspirar una nueva apreciación sobre este legado histórico.

El futuro de la Ciudad de México

P: ¿Cree que la ciudad seguirá conectada con su historia?

R: Sí, definitivamente. A pesar de los intentos de borrar su pasado, el núcleo de su historia sigue vivo, especialmente en el centro histórico, donde la cultura colectiva se refleja en las calles y en los mercados.

P: Finalmente, ¿cómo ve el papel de la fotografía en este contexto de saturación visual?

R: La clave no solo está en si la fotografía puede impactar, sino en si el público tiene la capacidad de sorprenderse. En un mundo inundado de imágenes, es esencial mirar con atención y apreciar la profundidad que puede aportar la fotografía interpretativa.

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