La ultraderecha logra revertir su derrota de hace dos meses en Buenos Aires ante el peronismo, presentando buenos resultados en provincias clave como Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Entre Ríos.
Javier Milei, presidente de Argentina, se alzó este domingo con el 40,8% de los votos en la elección para renovar el Congreso, un triunfo inesperado y magnificado por el líder ultraderechista. Este suceso marca un hito importante para Milei, quien celebró su victoria en medio de un clima de tensiones políticas y económicas en el país. La administración actual había enfrentado crisis graves, incluyendo corrupción y vínculos con el narcotráfico que habían debilitado la imagen del gobierno ante la población.
El partido ultraderechista, La Libertad Avanza, incrementa su representación, pasando de 37 a 93 diputados junto a sus aliados, y de seis a 19 senadores, alcanzando más del 42% de los sufragios en el Senado. Esta transformación se produce en un contexto complicado para el oficialismo, que temía alcanzar un respaldo inferior al 30%.
Resultados en Buenos Aires y otras provincias
Milei, durante su discurso, destacó la victoria en la provincia de Buenos Aires, donde solo dos meses atrás había sido derrotado por el peronismo por más de 14 puntos. Además de la capital, su partido se impuso en provincias cruciales como Córdoba, Mendoza, Entre Ríos y Santa Fe. “Hoy el pueblo decidió dejar atrás 100 años de decadencia”, proclamó Milei, agradeciendo a sus ministros y llamando a la unidad con la oposición.
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, también reaccionó a los resultados, destacando un panorama inquietante para el peronismo, que no solo perdió en Buenos Aires, sino en 18 de las 24 provincias del país, sumando un 31,7% de los votos.
Estrategias electorales y polarización
La campaña de Milei se centró en hacer un llamado a la defensa ante un posible regreso del kirchnerismo, con el expresidente Donald Trump respaldando esta narrativa al colocar condiciones sobre futuros financiamientos de Estados Unidos que dependerían de la victoria de la ultraderecha. Esta estrategia de polarización resonó con muchos votantes, especialmente aquellos temerosos de un retorno del peronismo.
El lipido resultado en Buenos Aires aportó de forma decisiva a la victoria de Milei, siendo este el distrito más poblado del país, representando casi el 40% del censo nacional. A pesar de las dificultades enfrentadas, como renuncias de candidatos y escándalos de corrupción, el apoyo a Milei se reactivó a través de los miedos generados por la situación económica.
Desafíos y futuro del gobierno de Milei
A pesar del triunfo, Javier Milei no tiene quórum propio en el Congreso, lo que le obliga a forjar nuevas alianzas para asegurar la gobernabilidad en los próximos años. “El principal desafío es reestructurar el Gabinete para demostrar capacidad de diálogo y gobernabilidad”, sostuvo Patricio Giusto, director de la consultora Diagnóstico Político.
Otra preocupación radica en las tensiones internas. La disputa entre su asesor, Santiago Caputo, y su hermana Karina Milei podría complicar la gestión, al representar facciones distintas dentro del gobierno. La presión para que se realicen cambios en el equipo ministerial será inminente, especialmente con la preparación para la llegada de nuevos diputados y senadores que se alistarán a asumir en diciembre.
Con los ojos del mundo puestos en Argentina, el liderazgo de Milei en el país se enfrenta a un período de intensa revisión y estrategia política, a medida que se prepara para navegar por un panorama electoral complejo y desafiante.
 
															 
															 
         
         
         
         
         
         
        