El senador Miguel Uribe Turbay, un destacado político bogotano del partido Centro Democrático, fue asesinado en junio de este año por un sicario, en un trágico suceso que rememoró una época en Colombia en la que la violencia silenciaba a los líderes. Sin embargo, a cinco meses de su muerte, su familia decidió dar a conocer un legado significativo: un libro póstumo titulado Mi Causa: Colombia. Esta obra, pensada originalmente como un manifiesto para apoyar su campaña presidencial, se ha convertido en un testimonio emotivo de su vida y sus ideales, publicada por la editorial Planeta.
Las raíces del dolor
Esta obra es un reflejo profundo de su lucha personal y la pérdida que lo marcó desde niño. En su epílogo, Uribe expresa: “La violencia se me metió en la vida sin pedir permiso y me arrebató lo más sagrado”, haciendo referencia a su madre, la periodista Diana Turbay, asesinada en 1991 durante un intento de rescate mientras estaba secuestrada por Pablo Escobar. Desde los cuatro años, Miguel vivió con la huella de esta tragedia, una experiencia que se convierte en el hilo conductor del texto.
El impacto del duelo en un niño
A través de las páginas del libro, Uribe describe el proceso de duelo que atravesó como niño. Al principio, no comprendió la magnitud de la muerte de su madre, conservando solo el recuerdo del último beso de despedida. Con el tiempo, comenzó a analizar y reconstruir el cautiverio de su madre, entendiendo su sufrimiento. “Mientras estaba secuestrada, mi mamá les pidió a las personas que la vigilaban que la dejaran jugar con los niños que escuchaba en otro cuarto”, escribe, reflejando la compleja carga emocional de su pérdida.
El camino hacia la aceptación
Finalmente, llegó la aceptación, facilitada por su abuela materna, la exprimera dama Nydia Quintero, quien falleció en junio, poco después del asesinato de Miguel. Ella lo alentó a encontrar un propósito en medio del dolor y a buscar el perdón hacia los victimarios de su madre. “Hice consciencia de que ese perdón era importante para mí”, reconoce Uribe en su libro, sorprendentemente conciliador a pesar de su crítica al proceso de paz con las FARC.
Referencias a figuras influyentes
El texto también menciona a otras figuras influyentes en su vida, como su padre Miguel Uribe Londoño y su abuela, así como políticos como Enrique Peñalosa y Álvaro Uribe, quien lo apoyó en su carrera política. Uribe Turbay también aborda la figura de su abuelo, el expresidente Julio César Turbay Ayala, con un enfoque crítico hacia la manera en que fue valorado por la historia.
Una visión política clara
Miguel Uribe Turbay se define en su obra como un “liberal clásico”, abogando por la libertad económica y limitaciones al poder estatal. Aunque presenta posturas más conservadoras en temas morales, como su oposición al aborto fuera de las causales permitidas y a la legalización de drogas, sus propuestas se centran en la inversión en educación y reformas laborales.
Un legado ambivalente
Para algunos, el libro de Uribe es una representación de sus privilegios y su visión de derecha; para otros, es una fuente de inspiración que sitúa su legado dentro de un contexto familiar. Sin embargo, todos coinciden en que este texto también brinda una perspectiva valiosa sobre el impacto de la violencia en la infancia. “Si mi mamá no hubiera tenido ese final, tal vez mi camino habría sido otro”, reflexiona Uribe. Este libro, además de honrar la memoria de su madre, se convierte también en un homenaje a su propia vida, marcada por la tragedia y el deseo de cambio.
