El Impacto del Triunfo de José Antonio Kast en los Inmigrantes Irregulares en Chile
María F., una dominicana de 48 años, percibe la victoria de José Antonio Kast, representante de la extrema derecha, en las elecciones del 14 de diciembre como una amenaza a su permanencia en Chile. Su condición de inmigrante irregular le genera temor ante la promesa del nuevo gobierno de expulsar a aproximadamente 336,000 extranjeros indocumentados. «Desde que supe que iba a ser presidente, he estado preparándome para irme. La situación en Chile se ha vuelto muy difícil», afirma esta comerciante informal.
Propuestas de Política Migratoria de Kast
El programa electoral de Kast, fundador del Partido Republicano, incluye una serie de medidas que endurecen las normativas de ingreso y permanencia en el país. Entre las propuestas destacadas se encuentran la prohibición de regularizaciones masivas, la restricción del acceso a beneficios sociales como salud, educación y vivienda para los indocumentados, sanciones económicas a sus empleadores, y la construcción de muros y cercos electrificados en la frontera para prevenir ingresos clandestinos. Estas medidas resuenan con un sector de la población que considera que la migración es uno de los problemas más apremiantes.
Jorge González, un chileno de 64 años, asocia la llegada de inmigrantes indocumentados con el aumento de la delincuencia. Aunque no existen estudios que respalden esta percepción, su preocupación lo llevó a votar por Kast, ya que, según él, esta administración ofrecerá una «mano firme» contra la criminalidad.
Consecuencias Inmediatas en la Frontera
Tras el triunfo de Kast, la región de Arica, en el extremo norte de Chile, enfrentó situaciones críticas, con decenas de personas varadas debido a la militarización de la frontera con Perú. Esta acción fue parte de una estrategia del gobierno saliente, que intenta controlar el flujo migratorio hacia el país.
Kast ha iniciado diálogos con varios líderes de América Latina, incluyendo a mandatarios de Perú, Ecuador y Bolivia, para crear un corredor humanitario que facilite la devolución de extranjeros indocumentados. Sin embargo, la situación se complica, especialmente con los migrantes venezolanos, dado que las relaciones diplomáticas con Caracas están deterioradas.
Reacciones de los Migrantes Vineros
Venezolana Robersy Vargas, quien llegó a Chile en busca de mejores oportunidades, señala que no tiene planes de regresar a su país. «Salí por la escasez y la miseria. No hay vuelta atrás», comenta. Su situación se agrava por la imposibilidad de regularizar su estatus tras perder su documento de identidad y por el cierre del consulado venezolano en Santiago.
Otros migrantes, como Víctor Aular y Franklin López, también temen por sus futuros, esperando noticias sobre la política migratoria del nuevo gobierno antes de decidir si regresan a sus países de origen.
Incertidumbres Jurídicas en el Nuevo Contexto
Evelyn Cáceres, migrante venezolana con un hijo chileno, confía en que su vínculo familiar le ayude a evitar una posible expulsión, mientras que Luz Estela Carabalí, originaria de Colombia, expresa su preocupación por el clima de hostilidad hacia los indocumentados que podría generar conflictos sociales. “No se puede meter a todos en el mismo saco”, dice, resaltando que todos los inmigrantes trabajan duro por su bienestar.
La incertidumbre se encuentra también en las consultas de migrantes que enfrentan el vencimiento de sus visados, lo que a menudo es resultado de la falta de información. Jesús Alcántara, un asesor migratorio peruano, subraya que, pese a los cambios legales que pudiera implementar Kast, los derechos humanos seguirán siendo un pilar fundamental que protegerá a los migrantes en Chile.
