La Migración en el Debate Presidencial Chileno
La migración se ha convertido en un tema crucial dentro del debate presidencial en Chile. La mayoría de los programas abordan propuestas que incluyen fronteras, expulsiones, empadronamientos y control de flujos migratorios. Este enfoque refleja la preocupación de la ciudadanía, que considera la migración un asunto apremiante. Sin embargo, es relevante señalar que, al examinar las propuestas, se evidencia un patrón: la migración es tratada principalmente como un problema de seguridad, y no como un desafío de desarrollo, gobernanza e integración social.
Avances en la Gestión Migratoria
Existen progresos en el reconocimiento de la necesidad de que el Estado fortalezca sus capacidades para gestionar las fronteras, coordinar instituciones y hacer frente a las redes criminales que operan debido a la vulnerabilidad de los migrantes. Además, hay consenso sobre la importancia de contar con información confiable, realizar empadronamientos claros y fomentar la cooperación con países vecinos. Esto es positivo, ya que Chile requiere control, orden y trazabilidad en sus políticas migratorias. Sin embargo, el enfoque exclusivo en el control y la seguridad puede generar políticas incompletas, lo que podría acarrear problemas tanto para chilenos como para extranjeros.
Propuestas para una Política Migratoria Integral
Recientemente, diez centros de estudios de diversas sensibilidades políticas, convocados por el Centro de Políticas Migratorias, presentaron 36 medidas de consenso organizadas en cinco ejes estratégicos. Estas propuestas abordan aspectos como la institucionalidad migratoria, la seguridad y el control fronterizo, la migración regular, la integración y convivencia, así como el desarrollo económico.
La Importancia de la Integración Social
Es crucial prestar atención a lo que ocurre en los barrios, lugares de trabajo, colegios y espacios públicos, donde la necesidad de programas de mediación y facilitación de la convivencia es urgente. Estos programas son esenciales para abordar tensiones derivadas de diferencias culturales. También es necesario avanzar hacia una institucionalidad moderna y eficiente, que incluya al Servicio Nacional de Migraciones y a la red consular chilena. Esto asegurará que quienes cumplen con los requisitos para ingresar a Chile puedan realizar sus trámites de manera adecuada y oportuna.
Además, es fundamental incorporar la migración en los planes de desarrollo regional desde una perspectiva estratégica, para potenciar su contribución económica, especialmente en sectores que requieren mano de obra. También se debe prestar atención a la educación y formación de los niños y niñas migrantes, así como de los hijos de migrantes chilenos, quienes no solo aportan a una población más joven, sino que son parte integral del futuro de Chile.
Hacia una Política Migratoria Sostenible
La migración trasciende la frontera y demanda una estructura institucional que combine un control efectivo con políticas de integración sostenibles. Una política migratoria que sea realista, responsable y estratégica debe abordar conceptos como orden y justicia de manera contemporánea. Es fundamental entender que la seguridad y la inclusión no son mutuamente excluyentes; al contrario, son condiciones complementarias para el desarrollo social y económico del país.
La Necesidad de un Enfoque Estratégico
El verdadero desafío reside en transformar un enfoque reactivo en uno estratégico. Mientras el debate continúe centrado en el miedo y la búsqueda de un control absoluto, Chile seguirá enfrentando la migración con soluciones temporales y careciendo de una visión a largo plazo. Por lo tanto, una política migratoria integral y responsable no se logra a través de más muros ni de slogans, sino con instituciones robustas, datos fiables, cooperación internacional y un compromiso genuino con la cohesión social. Así, la manera en que un país gestiona la migración se convierte en un reflejo de su concepción de convivencia, del Estado y del futuro.
