Los botones han sido un elemento clave en la historia de la casa Chanel. En 1985, la compañía adquirió el taller artesanal Desrues, con el que había colaborado durante varias décadas. Esta unión convirtió a Desrues en el primer atelier satélite de lo que más tarde sería conocido como Paraffection, una división subsidiaria que ha revitalizado a emblemáticos fabricantes como Goossens, Lemarié y Lesage. Hoy, Desrues es conocido por crear los botones temáticos para las colecciones Métiers d’art de Chanel.
A lo largo de la historia, los botones han pasado de ser simples cierres a auténticas obras de arte. En la era barroca, se encontraban botones elaborados con piedras preciosas, mientras que con el tiempo se transformaron en delicadas piezas de artesanía que incluyen bordados, ilustraciones, tejidos y tallados. En la actualidad, un botón puede ser un discreto broche o la pieza central de una prenda. Gabrielle Chanel afirmaba: “Los botones son esenciales. Buscad, encontrad botoncitos con encanto”. En la maison, los botones han tenido siempre un significado más allá de su función práctica.
Ejemplos recientes de esta relevancia son la colección de alta costura primavera-verano 2024, que tuvo como punto de partida el botón, y la colección de alta joyería Mademoiselle Privé-Boutón, lanzada en 2020. Este otoño, la rica tradición de los botones inspira cuatro paletas de sombras de ojos en edición limitada para la línea de belleza de Chanel, denominadas Les 4 Ombres Boutons. Esta paleta, creada en 1982, es un ícono que incluso ha influido en obras de la artista pop Sylvie Fleury.
