Laura Ramos y el misterio de su niñera: África de las Heras
La escritora y periodista argentina Laura Ramos tenía solo ocho años cuando, durante las tardes de 1964, la espía África de las Heras la esperaba en la puerta de la escuela Francia, en Montevideo. Ni ella ni su hermano Víctor conocían la verdadera identidad de esta mujer española, una de las más valiosas agentes soviéticas del siglo XX, cuyo nombre en clave en la KGB era Patria. Para ellos, era simplemente María Luisa, la modista que los cuidaba hasta que su madre los recogía.
Cuando en 2018 su hermano la interpeló sobre María Luisa, Ramos respondió: “¡La modista!” Su mente evocó la imagen de “una mujer de pelo entrecano, muy sobria, con faldas largas y un paquete de masitas de la confitería Oro del Rhin”. Rememora a una mujer “agradable, pero no cálida ni cariñosa”. Sin embargo, después de cinco años de investigación, el recuerdo de la niñera se transformó al descubrir su oscuro pasado. En su libro Mi niñera de la KGB, revela que su niñera envenenó a su marido, un espía italiano, y participó en el asesinato de Trotsky.
Un pasado en el espionaje
África de las Heras nació en Ceuta en 1909 y falleció en Moscú en 1988, con una vida marcada por el espionaje en diferentes contextos. Fue obrera textil en Madrid, miliciana en la Barcelona republicana, secretaria en México y niñera en Uruguay. Engañó a quienes la rodeaban, incluyendo a la madre de Ramos, Faby Carvallo, una feminista argentina activa en el ámbito intelectual de Montevideo.
Los uruguayos que interactuaron con De las Heras, la consideraban una heroína internacional, por su notable labor en ayudar a españoles que huían de la guerra. Sin embargo, los fuegos del orgullo se mezclaban con la condescendencia por su nacionalidad y edad.
Relación con Felisberto Hernández
La vida de África se complicó en Montevideo, especialmente tras su relación con el músico y escritor Felisberto Hernández, con quien se casó en 1948. Durante su matrimonio, logró mantener en secreto su identidad como agente de la KGB, aunque Hernández era ferviente anticomunista. Tras dos años de infelicidad con él, De las Heras abandonó la relación, una vez que tejió su red de contactos y regularizó su situación legal.
Su labor de espionaje en América del Sur
África de las Heras se estableció en Uruguay durante una época crucial, cuando la KGB buscaba información sobre la bomba atómica. Montevideo, conocido como “la Suiza de América”, se convirtió en un punto estratégico para el espionaje soviético. Desde allí, África desempeñó un papel fundamental en la creación de una red de telegrafistas para comunicarse con Moscú, liderando así las operaciones de espionaje en Latinoamérica.
Muertes sospechosas y actividades clandestinas
Tras la muerte sorpresiva de su segundo esposo, el espía italiano Valentino Marchetti, Ramos plantea la posibilidad de que África lo asesinara. La muerte de Marchetti coincidió con su papel en el espionaje y el contacto con los hijos de una víctima de la KGB, Arbelio Rodríguez, quien también habría sido blanco de un atentado. En este contexto, se entrelazan relatos que sitúan a De las Heras en el centro de varias tramas de espionaje y asesinato.
Una investigación minuciosa
Laura Ramos llevó a cabo una investigación exhaustiva, viajando a Ceuta, España y Montevideo, explorando los secretos de su niñera y la historia familiar. Ramos, hija del influyente político y escritor Jorge Abelardo Ramos y de Faby Carvallo, creció en un ambiente intelectual y revolucionario, lo que la llevó a intentar distanciarse de ese mundo mientras buscaba comprender su propia identidad.
A través de su exploración del pasado, además de ofrecer un retrato casi poético de su madre, Ramos redescubrió el impacto que la vida de África de las Heras había tenido en su propia historia, revelando detalles cautivadores sobre el espionaje en el siglo XX.