Inflación en México: un respiro en octubre
Durante octubre, la inflación en México ha mostrado signos de alivio, con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) ubicado en un 3,57% a tasa anual. Esta cifra representa una ligera disminución respecto al 3,76% registrado en septiembre, de acuerdo con informes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta es la segunda quincena consecutiva en la que los precios se mantienen estables sin experimentos alzas significativas.
Factores que influyen en la inflación
El descenso en la inflación se alinea con las expectativas del mercado, que anticipaba un 3,6% a tasa anual. Este cambio se debe, en gran medida, a la reducción de precios en el sector agropecuario. Productos como el huevo, el pollo, la papa, otros tubérculos y el tomate verde han mostrado caídas en sus precios. Sin embargo, no todas las categorías han experimentado descensos; la electricidad, la vivienda propia y el transporte aéreo han registrado incrementos. Específicamente, el aumento en las tarifas eléctricas se ha atribuido a la eliminación del subsidio en 18 ciudades durante la temporada de verano.
Inflación subyacente y no subyacente
Analizando la inflación subyacente, que es crucial para determinar la tendencia de la inflación general a mediano y largo plazo, se observa un incremento anual del 4,28%. Este aumento se debe principalmente al alza en los precios de la educación, alimentos, bebidas, tabaco y ciertos servicios. En contraste, la inflación no subyacente, que incluye tarifas del Gobierno y precios regulados, se ha situado en un 1,18% a tasa anual.
Reacción del Banco de México
Ante esta situación, el Banco de México decidió reducir la tasa de interés en 25 puntos base, estableciéndola en un 7,25%. Esta medida responde a la desaceleración de la economía mexicana. Recientemente, el Inegi informó que la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre de 2025 refleja una contracción del 0,3%, atribuida principalmente al estancamiento en sectores como la manufactura, energía y minería. Además, la incertidumbre generada por la guerra arancelaria de Trump ha contribuido a ejercer presión sobre la inflación. La reciente reducción en la tasa de interés busca estabilizar precios y fomentar el consumo.