La batalla del Banco de la República contra la inflación en Colombia se adentra en una fase crítica. A lo largo de 2025, el encarecimiento de bienes y servicios ha sido persistente, y en octubre se reportó un aumento del 5,51% anual en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la cifra más elevada en 13 meses y que supera las expectativas de los analistas. El comportamiento del IPC complica la estrategia del banco central, que al inicio del año esperaba cerrar con una inflación cercana al 4%. Sin embargo, la presión de un fuerte consumo y la posible subida del salario mínimo se cierne como una amenaza significativa.
Estabilidad de la Tasa de Interés
En 2024, el banco central había reducido considerablemente la tasa de interés, pero desde abril de 2025 la ha mantenido sin cambios. A menos de 50 días para finalizar el año, se anticipa que la inflación cerrará por encima del 5,2%, lo que indica que la meta del 2% al 4% no se alcanzará en los próximos dos años. La inflación ha superado esta meta durante 51 meses consecutivos, y las actas de las reuniones del Emisor reflejan la tensión en la lucha por controlar los precios.
Impacto del Aumento del Salario Mínimo
El Gobierno encabezado por Gustavo Petro enfrenta un desafío en su último semestre antes de las elecciones presidenciales, en el que se plantea un aumento del salario mínimo significativamente por encima de la inflación, lo que podría acarrear consecuencias adversas. El Ministro del Interior, Armando Benedetti, propone elevar el salario mínimo a 1,8 millones de pesos, un incremento del 10,8%, que podría tener un impacto considerable sobre la inflación.
El centro de pensamiento ANIF advierte que cada punto de aumento real en el salario mínimo tendría un costo adicional de 240.000 millones de pesos en pensiones pagadas por el Estado, lo que se convierte en una preocupación en un contexto de creciente déficit fiscal. Si el aumento alcanza el 10%, el impacto fiscal podría superar 1,12 billones de pesos.
Perspectivas de Consumo y Precios
Aunque la junta directiva del banco central no tiene la última palabra sobre la tasa de interés, sí tiene influencia sobre la política salarial. La falta de consenso en la negociación tripartita con sindicatos y empleadores podría llevar a decisiones unilaterales, y el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, critica las políticas actuales, calificándolas de «populistas». Las actas del banco central también alertan sobre “síntomas inquietantes de indexación de precios”, sugiriendo que un aumento significativo del salario mínimo podría incrementar aún más la inflación.
David Cubides, jefe de investigaciones económicas del Banco de Occidente, señala que el consumo privado continúa siendo el motor de la economía colombiana, mientras que la inversión muestra signos de debilidad, lo que explica la inflación persistente. Camilo Herrera, director de Raddar, agrega que la reforma laboral creó un aumento en los costos fijos, y las empresas están elevando precios en anticipación a futuros incrementos de costos.
Consecuencias de la Indexación de Precios
La dinámica de la economía colombiana es compleja, con un crecimiento del consumo privado que excede las capacidades de oferta. Esto permite que los empresarios aumenten precios, generando un efecto dominó en diversos servicios y productos. Las elevaciones en los precios de servicios públicos, registrados en 6,1% anualmente, y la presión de los alimentos, que también experimentan incrementos, complican la situación.
César Pabón, de Corficolombia, explica que el 60% de la canasta familiar está ligado al salario mínimo, destacando la importancia de la indexación de precios en el contexto actual. Además, la apreciación del peso podría ofrecer un respiro temporal en las importaciones, pero los beneficios han sido limitados.
Recientemente, el Banco Mundial indicó que la desinflación en Suramérica se ha complicado debido a la lenta relajación monetaria global. La larga duración de la inflación fuera del rango meta puede afectar la percepción internacional de Colombia, creando desconfianza entre inversionistas.
Controlar la inflación es esencial para garantizar el poder adquisitivo de las familias en Colombia, que se enfrenta a una situación delicada a medida que las tensiones siguen aumentando en el contexto económico actual.