El Tribunal de Justicia de la UE responsabiliza a Frontex en un caso de devolución en caliente
Este jueves, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha emitido una sentencia histórica en la que responsabiliza a la Guardia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) por una devolución en caliente, una práctica que contraviene el derecho internacional. El fallo, decidido por la Gran Sala, representa un cambio significativo, ya que es la primera vez que el máximo órgano judicial de la UE afirma que Frontex puede ser legalmente responsable por las actividades que supervisa o coordina, lo que abre la puerta a un mayor escrutinio sobre sus operaciones.
El caso Hamoudi: un joven refugiado sirio y su lucha por justicia
El caso, titulado Hamoudi contra Frontex, involucra la expulsión de un grupo de solicitantes de asilo que llegó a Europa sin ser identificados ni tener acceso al procedimiento de asilo. El TJUE concluyó que Frontex fue responsable de la operación de devolución, ya que supervisaba dicha actividad, y destacó que su reglamento le exige respetar los derechos fundamentales y el principio de no devolución.
La sentencia anula un fallo previo del Tribunal General de la UE, que había desestimado la demanda de Alaa Hamoudi, un joven refugiado sirio del grupo en cuestión. El TJUE consideró que la primera instancia había vulnerado los derechos del demandante al no aplicar correctamente las normas sobre la carga de la prueba en el contexto de esta devolución.
Reacciones a la sentencia
Iftach Cohen, director de litigios de la organización front-LEX, que representa a Hamoudi, calificó el fallo como “histórico”, ya que finaliza la «impunidad legal de facto» que Frontex ha disfrutado durante los últimos 20 años. Cohen destacó que la versión de Hamoudi fue considerada detallada, específica, creíble y coherente, lo que obliga al Tribunal General a requerir pruebas a Frontex para disipar dudas sobre las denuncias de devolución.
Hamoudi agradeció al tribunal por su «justicia y firmeza». En sus palabras, resaltó que el proceso legal ha sido arduo, lleno de revivir un trauma, pero finalmente ha llegado a un momento significativo en su búsqueda de justicia.
Por su parte, Frontex minimizó el impacto del fallo, subrayando que aún queda por demostrar un daño directo atribuible a sus acciones. En un comunicado, la agencia indicó que mantendrá un seguimiento cercano del procedimiento y que el tribunal no se ha pronunciado sobre la sustancia de los argumentos de ninguna de las partes.
Los antecedentes de la devolución en caliente
Los hechos que motivaron esta sentencia se remontan a abril de 2020, cuando 22 personas, incluyendo a Hamoudi, cruzaron el mar Egeo desde Turquía y desembarcaron en la isla griega de Samos. Según el relato del demandante, fueron apresados por hombres vestidos de negro, quienes les confiscaron los teléfonos móviles y los forzaron a subir a una balsa sin motor, abandonándolos posteriormente en alta mar hasta que la guardia costera turca los rescató.
La organización Bellingcat fue clave en la divulgación de estos hechos, realizando investigaciones que destaparon este «desembarco fantasma». A su vez, el medio alemán Der Spiegel proporcionó pruebas que indicaban que un avión de Frontex sobrevolaba la zona durante la operación de devolución, lo que cuestiona la declaración de la agencia de no tener responsabilidad en el incidente.
Investigaciones sobre prácticas sistemáticas
La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) también investigó las actividades de Frontex, concluyendo en 2022 que existía una práctica sistemática de devoluciones en el Egeo y señalando omisiones y encubrimientos internos de la agencia. Frontex admitió la existencia de estas devoluciones en su momento y las calificó como “prácticas del pasado”, algo que el Tribunal General no consideró al desestimar el caso inicialmente.
El Gobierno griego ha negado la existencia de estas expulsiones, aunque múltiples organizaciones humanitarias han documentado cientos de casos similares en la última década. Según la ONG Aegean Boat Report, se registraron al menos 3.109 casos de devoluciones que afectaron a unas 84.972 personas entre 2020 y 2024.
El proceso legal de Hamoudi
Hamoudi conoció a su equipo legal en 2021 y, tras presentar una demanda de daños, su caso fue inicialmente rechazado por considerarlo “manifiestamente insuficiente”. Sin embargo, su decisión de recurrir ante el TJUE llevó a que el presidente del tribunal asignara el caso a la Gran Sala. Durante la vista del caso, uno de los abogados de Frontex admitió por primera vez que la devolución se había llevado a cabo.
El 10 de abril, el abogado general del TJUE criticó al Tribunal General por establecer un umbral probatorio excesivo para la víctima, señalando que exigir pruebas concluyentes equivale a negar el acceso a la justicia a quienes se encuentran en situaciones vulnerables. La sentencia final del TJUE establece que basta con presentar indicios razonables para que se investigue y se requiera información a Frontex.
Implicaciones del fallo
Aunque esta decisión no pone fin al litigio, sí representa un antes y un después en los procedimientos judiciales relacionados con devoluciones en caliente. El TJUE anula el auto anterior y devuelve el caso al Tribunal General, que deberá dictar una nueva resolución manteniendo el derecho a la protección judicial para las posibles víctimas.
Hamoudi, actualmente en Alemania con protección subsidiaria, ha seguido el proceso de cerca y estuvo presente durante la lectura de la sentencia en Luxemburgo. A pesar de haber logrado un nuevo inicio en su vida, aún enfrenta secuelas emocionales de su experiencia. Sin embargo, sigue comprometido a buscar justicia no solo para sí mismo, sino para las miles de personas que, como él, han pasado por situaciones similares.
