François Hollande reflexiona sobre la política actual y el futuro de Francia
Algunas heridas en la política francesa, como la relación entre Emmanuel Macron y François Hollande, nunca terminan de cicatrizar. Tiempo después de que Macron, un joven promesa que fue consejero económico y luego ministro de Economía bajo el mandato de Hollande, creara un partido sin consultarlo, el ciclo parece cerrarse nuevamente en un contexto complicado para el macronismo. Hoy, en medio de la descomposición de esta era política, Hollande, expresidente de Francia entre 2012 y 2017, se muestra optimista respecto al futuro de su antiguo partido, el Partido Socialista (PS).
El posicionamiento del Partido Socialista
En una conversación reciente, Hollande expresó su satisfacción por la decisión del PS de no apoyar una moción de censura contra el primer ministro Sébastien Lecornu a cambio de suspender la controvertida reforma de las pensiones. “Se acabaron los experimentos y las alianzas con La Francia Insumisa y el populismo”, aseveró, haciendo hincapié en que el macronismo, tal como se le conoce, jamás existió realmente.
La estrategia detrás de la suspensión de la reforma de pensiones
Cuando se cuestionó si esta suspensión significaba el fin del macronismo, Hollande indicó que no está seguro de qué implica exactamente el término. Afirmó que “no se puede reducir un mandato presidencial a una sola reforma”, como la de las pensiones, que, según él, debía enmarcarse en un diálogo social más amplio.
Asimismo, hizo hincapié en que Lecornu se ha emancipado de Macron al suspender la reforma, considerándolo un gesto necesario. Para Hollande, este movimiento es fundamental para que el Gobierno logre un compromiso que le permita avanzar en el debate presupuestario.
Opiniones sobre la situación demográfica y financiera de Francia
Respecto a la edad de jubilación en Francia, que se mantiene en 62 años frente a los 67 de otros países europeos, Hollande expresó que “Francia tiene una demografía más equilibrada”. Sin embargo, admitió que será necesaria una nueva reforma antes de 2027 debido al envejecimiento de la población y los recursos limitados.
Relación con La Francia Insumisa
La negativa del PS a votar la moción de censura generó tensiones con su antiguo socio, La Francia Insumisa (LFI), que los acusó de “traición”. Hollande defendió la estrategia del PS, asegurando que este se ha reposicionado como una fuerza de gobierno y que la estrategia hegemónica de LFI ha fracasado.
Hollande también abordó la cuestión del equilibrio financiero del país tras la suspensión de la reforma de pensiones, advirtiendo que aunque hay un coste, es limitado. Subrayó la necesidad de un debate serio sobre las futuras decisiones fiscales, especialmente en relación con las grandes fortunas y el poder adquisitivo.
Perspectivas políticas y el futuro de la izquierda en Francia
Al ser consultado sobre el futuro de la izquierda y el Nuevo Frente Popular (NFP), Hollande se mostró escéptico sobre la existencia de alianzas comunes en futuras elecciones locales, señalando que las diferencias ideológicas entre el PS y la LFI son demasiado profundas.
En cuanto a la posibilidad de un candidato único de centroderecha o centroizquierda para las presidenciales de 2027, indicó que no cree en esta estrategia debido a las grandes diferencias existentes entre los partidos.
La situación judicial de figuras políticas relevantes
Sobre el juicio de Marine Le Pen y la condena de Nicolas Sarkozy, Hollande señaló que si la justicia decide una ejecución provisional, debe ser respetada. Añadió que la independencia judicial es fundamental y que todos los responsables políticos deben ser tratados con rigurosidad.