La Tragedia de las Familias de Combatientes Colombianos en Ucrania
La vida de Marta Sarmiento cambió drásticamente el día que se despidió de su esposo, Ricardo Velásquez. Ricardo, atraído por las altas remuneraciones, se unió al ejército de Ucrania para luchar contra las fuerzas rusas. La última conversación tuvo lugar un viernes, cuando él salió para una misión en el frente. A pesar de la preocupación que sintió, nunca imaginó que su vida tomaría un giro tan cruel. El lunes recibió la devastadora noticia: Ricardo había muerto, víctima de un ataque con dron ruso.
La Búsqueda de la Verdad
Más de nueve meses han transcurrido desde aquel trágico evento. Marta confirmaría oficialmente la muerte de su esposo en junio, tras recibir el testimonio de un compañero y consultar un canal de Telegram ruso que reporta bajas en el ejército ucraniano. Sin embargo, a pesar de la evidencia, su situación es compleja: oficialmente, Ricardo está desaparecido y ella sigue recibiendo su sueldo.
Desde su hogar en Santa Marta, donde vive con su hija de 12 años, Marta explica el impacto que esto ha tenido en su vida. “Sin un certificado de defunción, enfrentamos muchos inconvenientes aquí en Colombia. Los bancos nos llaman constantemente, y las instituciones no nos dan tregua. Aunque sabemos que él falleció, ante el sistema él sigue vivo”, afirma. La falta de un lugar de reposo también complica el proceso de duelo: “Sin sepultura, el dolor es más profundo. Varios comandantes me han dicho que es poco probable que recupere su cuerpo”.
Un Volumen Trágico de Desaparecidos
La situación de Marta es solo una de las muchas que se han multiplicado desde el inicio de la guerra en febrero de 2022. Según estimaciones, entre 2,000 y 3,000 colombianos se han enlistado como voluntarios en el ejército de Ucrania. La Cancillería colombiana ha confirmado al menos 300 muertes, aunque las familias creen que la cifra es significativamente mayor si se incluyen los desaparecidos cuyos cuerpos no se han recuperado en territorios controlados por Rusia.
Marta ahora colabora con “La voz de los que ya no están”, una asociación que agrupa a 250 familias en situaciones similares, quienes buscan respuestas sobre la repatriación de los cuerpos de sus seres queridos y las ayudas prometidas por el gobierno ucraniano. En diciembre, llevaron su reclamo a las calles de Bogotá, exigiendo una reacción de la Cancillería frente a su angustiante situación.
Historias de Valor y Sacrificio
Los testimonios familiares coinciden en varios aspectos: muchos de los voluntarios tienen experiencia militar y son atraídos por las ofertas económicas del ejército ucraniano, a menudo difundidas a través de redes sociales como TikTok. Algunos tienen seguros de vida y dejan sus bienes a nombre de sus parejas para evitar complicaciones futuras. Muchos son padres de familia.
Uno de estos casos es el de José Elkin Valdés, un exsoldado de las Fuerzas Especiales colombianas que luchó durante más de dos años en Ucrania. Su familia afirma que no lo motivaba el dinero, sino el deseo de servir. José perdió la vida a mediados de junio, y su familia recibió la noticia a través de un compañero, quien les informó que había sido gravemente herido.
Complicaciones en la Indemnización
La embajada de Ucrania en Lima informa que los familiares de combatientes fallecidos tienen derecho a una compensación económica de aproximadamente 3,500 dólares mensuales. Sin embargo, el proceso puede verse obstaculizado por la falta de documentación o por el hecho de que algunos vínculos familiares, como una unión libre, no sean reconocidos en Ucrania.
El caso de Angélica Morales resalta entre las historias de dolor. Su hermano, Fernando, murió a los 30 años en el conflicto. Al tener su cuerpo en territorio controlado por Kiev, la identificación y repatriación fue más ágil, lo que le permitió realizar un sepelio el 14 de diciembre. “Tener el cuerpo y haberlo enterrado ayuda a cerrar el ciclo”, comenta Angélica, reconociendo su suerte en comparación con otras familias que aún buscan respuestas.
El Lado Humano de un Conflicto
Varias familias han compartido sus experiencias, indicando que en las redes sociales, especialmente en TikTok, aparecen solicitudes de rescate de combatientes colombianos. Entre estas solicitudes resaltan los riesgos a los que se enfrentan. Marta comparte que su esposo era consciente de los peligros, pero lamenta especialmente por su hija, quien no ha podido hablar abiertamente sobre la pérdida: “Su psicóloga me dice que algún día va a estallar ese dolor. Es inevitable”.
