El Tren al Puerto: Entre Nostalgia y Modernidad

EL PAÍS

El tren tiene una característica única: pasa por el corazón de las ciudades.

(Mario Kreutzberger, Don Francisco).

Historia del Ferrocarril entre Santiago y Valparaíso

Desde mediados del siglo XX, los habitantes de Til-Til disfrutaron del privilegio de estar en la ruta de la línea férrea que conecta Santiago con Valparaíso, inaugurada el 14 de septiembre de 1863. Este tren fue fundamental para el desarrollo de la red ferroviaria chilena, consolidando la unidad nacional.

Durante la temporada laboral, este tren era una de las pocas opciones para trasladarse a la capital, mientras que en verano facilitaba el viaje hacia las playas de Viña del Mar y Valparaíso. Aunque era un medio útil y cómodo, su lentitud era un inconveniente. El trayecto entre Santiago y Valparaíso requería un considerable desvío por su complicado paisaje montañoso.

Un Viaje Memorable

El viaje se tornaba placentero, especialmente para los niños, gracias a diversas opciones de entretenimiento a bordo. Los adultos, por su parte, podían disfrutar del coche comedor o de los vendedores ambulantes que ofrecían bebidas, café y una variedad de dulces. Además, la vista desde los vagones era espectacular, con paisajes que incluían ríos, campos, túneles y puentes, lo que convertía cada viaje en una experiencia única.

Proyectos de Modernización

A lo largo del tiempo, surgieron distintas propuestas para mejorar la conexión entre Santiago y Valparaíso, destacando la idea de atravesar la cuesta de La Dormida. Aunque muchos proyectos prometieron optimizar el tiempo de viaje, el concepto de rapidez se ha prevalecido, sobre todo en los planes más recientes, incluido el propuesto por el presidente Gabriel Boric.

El Tiempo de Viaje a lo Largo de la Historia

En 1842, el pionero del ferrocarril William Wheelwright estimó que el trayecto entre Santiago y Valparaíso podría completarse en ocho horas. Sin embargo, el viaje real en esa época requería pernoctar en lugares intermedios como Curacaví.

Con la electrificación de las líneas en la década de 1920, el tiempo de viaje empezó a disminuir, aunque persiste la nostalgia de aquellos que valoran el viaje en sí más que la rapidez. Ejemplos de trenes icónicos, como el Flecha del Sur, que alcanzaba Puerto Montt en 11 horas, denotan la evolución del transporte ferroviario en Chile.

El Camino hacia el Futuro

En 1955, se propuso un nuevo trazado que prometía reducir el recorrido en 65 kilómetros mediante un túnel de 16 kilómetros por La Dormida, pero el proyecto no prosperó. A lo largo de las siguientes décadas, varias propuestas fueron desechadas sin llegar a concretarse.

En la última etapa del gobierno de Michelle Bachelet, se planteó una conexión rápida entre las dos ciudades que podría completarse en 45 minutos, pero la oferta fue finalmente retirada. En 2022, el presidente Gabriel Boric reavivó la esperanza con el anuncio de un plan que incluiría 172 kilómetros de línea, esperando que las obras comenzaran para 2028.

Un Futuro Incierto

A pesar de las promesas y propuestas reiteradas, el futuro del tren que conecte efectivamente Santiago y Valparaíso sigue siendo incierto. La última información sugiere que las licitaciones se realizarán después de la actual administración, lo que deja a las generaciones futuras en espera de la experiencia de viajar por rieles.

Sin embargo, el economista de transporte Ian Thompson Newman, autor de Historia del ferrocarril en Chile, aún alberga esperanzas. Según él, una nueva variante a través de La Dormida podría tener viabilidad hacia mediados de la década de 2030, aunque los desafíos en costos y trazado no deberían subestimarse.

Por ahora, el pueblo chileno continúa esperando una modernización efectiva del servicio ferroviario.

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