El quiosquero de La Moneda revela secretos sobre Alessandri, Allende y Boric

El quiosquero de La Moneda revela secretos sobre Alessandri, Allende y Boric

Julio Malvino, un Suplementero en el Corazón de Santiago

La historia de Julio Malvino, un hombre de 72 años originario de Santiago, está íntimamente ligada a la esquina de la calle Morandé con la Alameda, muy cerca del Palacio de La Moneda. Con apenas ocho años, comenzó a vender diarios en la calle, una labor conocida en Chile como «suplementero». Su familia salió adelante gracias a un quiosco que sus padres obtuvieron a través de una patente precaria, producto de los escasos recursos que tenían y la necesidad de sustentar a sus seis hijos.

En esa época, los niños como Julio recorrían a primera hora de la mañana las imprentas de periódicos como El Mercurio, La Nación y La Tercera. Con el peso de 100 ejemplares al hombro, muchos de ellos optaban por descalzarse para moverse más rápido, ganándose el apodo de los canillitas. Actualmente, Julio sigue en su quiosco, administrando un negocio heredado que le ha permitido ser testigo de importantes momentos de la historia política chilena.

Un Encuentro Cercano con la Historia

Julio recuerda que su primer vínculo con el quiosco se dio a los tres meses de vida. Su madre, Ilba Cabello, desarrolló una amistad con Margarita Ibáñez, hija del ex-presidente Carlos Ibáñez del Campo. Margarita se ofreció a ser la madrina de Julio y, tras su nacimiento, lo visitó en la precaria vivienda que su familia alquilaba. Años después, cuando se casó, le entregó a Ilba una casa nueva como regalo por su compadrazgo, mejorando significativamente las condiciones de vida de la familia Malvino.

El Suplementero y los Presidents

En la actualidad, Julio afirma con orgullo haber atendido a cuatro presidentes chilenos. El primero fue Jorge Alessandri (1958-1964), quien rompió con la tradición de residir en La Moneda. Alessandri solía detenerse a comprar el Diario Ilustrado en el quiosco de Julio. Otro presidente que se acercaba con frecuencia era Eduardo Frei Montalba (1964-1970). Sin embargo, fue Salvador Allende, quien asumió en 1970, quien estableció una conexión más cercana, llegando a charlar ocasionalmente con el joven suplementero.

Julio recuerda cómo el 11 de septiembre de 1973, el día del golpe de Estado en Chile, pasó la mañana trabajando en su quiosco mientras las tensiones aumentaban en el país. Al observar los sucesos desde el edificio del Banco de Estado, se sintió abrumado por la curiosidad. Nunca cerró el quiosco durante esos días, aunque en años posteriores, como durante las protestas de los 80, se vio obligado a hacerlo por la violencia reinante.

Desafíos en la Era Digital

Desde el retorno a la democracia en 1990, Julio ha mantenido su negocio a flote, vendiendo ejemplares de El Mercurio, La Tercera y Últimas Noticias. Sin embargo, la llegada de internet y las suscripciones ha impactado negativamente sus ventas, lo que lo ha llevado a diversificar su oferta, incluyendo confites y bebidas para sobrevivir en un mercado cambiante.

Recientemente, tuvo un encuentro especial con el actual presidente Gabriel Boric, quien compró láminas para un álbum de fútbol en su quiosco. Durante su charla, el mandatario alentó a Julio a escribir un libro sobre sus memorias y le expresó su aprecio, creando un vínculo humano inesperado entre el líder y el suplementero.

0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notify of
guest
0 Comments
Más antiguos
Más recientes Más votados
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios

Puede que te interese