El ministro del Interior de Colombia, Armando Benedetti, ha causado controversia tras criticar fuertemente a la Corte Suprema de Justicia. En una declaración pública, Benedetti denunció un allanamiento en su vivienda relacionado con investigaciones de corrupción. En un video compartido en redes sociales, se refirió a la magistrada Cristina Lombana de manera despectiva, la calificó de “loca” y “delincuente”, señalando que está obsesionada con él. Además, en una entrevista con W Radio, utilizó un lenguaje vulgar para referirse a ella, indicando su intención de llevar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos debido a lo que considera una persecución judicial.
Benedetti, quien fue congresista entre 2006 y 2022, se defendió al afirmar que no existen pruebas ni testigos que lo vinculen con delitos de corrupción. Durante su discurso, insinuó que la magistrada busca crear falsedades para perjudicarlo y que ha presionado a otros en Barranquilla para incriminarlo. Resaltó que ha sido recusada en dos ocasiones debido a supuestos abusos de poder, lo que pone en entredicho su capacidad para llevar a cabo la investigación. Hasta el momento, la Corte Suprema no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre estas afirmaciones.
No es la primera vez que surgen dudas sobre el comportamiento de Benedetti. Hace dos años, se filtraron audios en los que insultaba a la entonces jefa de Gabinete, Laura Sarabia. En estos audios, hizo comentarios despectivos y amenazantes, sugiriendo que su éxito en la política se debía a él. Posteriormente, Benedetti reconoció que sus palabras fueron pronunciadas en un momento de embriaguez y admitió haber tenido problemas de adicción, de los cuales aseguraba haberse rehabilitado en un programa en México.
El presidente Gustavo Petro había buscado distanciarse de Benedetti al inicio de su mandato en agosto de 2022, asignándole el papel de embajador en Caracas y luego en Roma en medio de las investigaciones en su contra. Sin embargo, Benedetti logró reingresar al círculo de poder, siendo nombrado jefe de despacho en febrero de este año y, poco después, ministro del Interior. Esta estrategia del presidente incluyó la salida de ministros que se opusieron a Benedetti, evidenciando la cercanía entre ambos.
