El Museo del Louvre ha reabierto sus puertas de forma parcial, después de mantenerlas cerradas a las nueve de la mañana, hora prevista para el inicio de la jornada turística. Una asamblea de empleados decidió continuar con la huelga programada para este miércoles, lo que ya había causado un cierre el lunes. A pesar de la negativa de los trabajadores, el museo, que alberga una de las colecciones de arte más importantes del mundo, eligió abrir parcialmente a las 11:30, manteniendo algunas salas cerradas.
El martes, el museo permaneció cerrado por descanso semanal, pero muchos visitantes acudieron con la esperanza de que el Louvre abriera el miércoles. Desde temprano, largas filas se formaron alrededor de la famosa pirámide de cristal, punto de acceso a la pinacoteca. Sin embargo, un cartel informaba sobre un retraso en la apertura: “Conocemos la situación, pero no creo que el Louvre cierre tres días seguidos”, comentó Torsten, un visitante alemán que se encontraba en espera con su familia.
La votación unánime de los 300 empleados en asamblea reafirmó la decisión de seguir con la huelga. Sin embargo, la dirección del museo optó por una apertura limitada para minimizar las pérdidas económicas derivadas de la devolución de entradas a los turistas que no podían acceder, como sucedió el lunes.
Valérie Baud, representante del sindicato CFDT, advirtió antes de la reapertura sobre los riesgos de seguridad bajo estas circunstancias, señalando que el museo no debería verse comprometido: “La huelga fue aprobada por unanimidad y las propuestas del Ministerio de Cultura resultaron insuficientes para el personal”, declaró. La CGT también expresó su descontento a través de las redes sociales.
Los sindicatos organizaron la huelga en respuesta a la falta de personal, el deterioro de las instalaciones y el aumento de tarifas para los visitantes no europeos. El lunes, se llevó a cabo una reunión de crisis en el Ministerio de Cultura, que busca abordar la creciente insatisfacción entre los trabajadores tras el robo de ocho joyas de la corona, así como otros problemas operativos, como la reciente filtración de agua que ha afectado a las galerías.
La polémica en torno a la seguridad del museo también involucra a su exdirector, Jean-Luc Martinez, quien enfrentó críticas por auditorías de seguridad realizadas durante su mandato (2013-2021). Durante una comparecencia ante la comisión del Senado que investiga la situación, defendió su gestión, afirmando que la cultura de prevención del robo estuvo presente. Estas auditorías señalaron vulnerabilidades que los ladrones aprovecharon en el robo de octubre.
Este miércoles, se espera la comparecencia de la actual directora, Laurence des Cars, quien deberá ofrecer explicaciones adicionales sobre la seguridad del Louvre tras el incidente del 19 de octubre.
