Desaparición y asesinato de Krishna Aguilera: el impacto de un crimen organizado en Chile
A Krishna Francisca Aguilera Yáñez, de 19 años, desapareció el 4 de octubre y su cuerpo fue encontrado 22 días después, el 26 de octubre, en una fosa en Catemito, Calera de Tango, a 42 kilómetros de Santiago. La joven fue asesinada y hallada en un lugar previamente preparado. En 2022, Krishna había sido reclutada por Juan Beltrán, un narcotraficante de 45 años de San Bernardo, donde ella había mantenido una relación con él. En el contexto de la delincuencia local, Aguilera era conocida como ‘soldado’, un término usado para referirse a quienes colaboran en la venta o custodia de drogas.
Investigación y sospechosos
La Fiscalía ha formalizado a Beltrán como uno de los principales sospechosos del crimen. Entre los imputados se encuentran una mujer, pareja de Beltrán, y su hija de 17 años. Un hombre detenido también ha proporcionado información sobre el lugar donde se encontró el cuerpo de Krishna, siendo acusado de inhumación ilegal. Sin embargo, el abogado de la familia, Pedro Díaz, informa que aún se busca al autor material del homicidio, sugiriendo la posibilidad de un sicariato. El alcalde de San Bernardo, Christopher White, ha expresado la necesidad de una sanción severa para evitar que crímenes similares se repitan en la comuna.
Según Marcos Pastén, jefe de la Fiscalía Regional de la zona occidente de la Región Metropolitana, el crimen tiene características de delito organizado en el contexto del tráfico de drogas. Además, se clasifica como un crimen de violencia de género, dado que Krishna era una mujer de 19 años brutalmente asesinada debido a su condición.
El contexto de violencia de género
Para Ymay Ortiz, exjefa de la Unidad de Derechos Humanos, la naturaleza del asesinato de Krishna Aguilera puede calificarse como femicidio. Esto se debe no solo a la relación que mantenía con Beltrán, sino también a la desigualdad de poder inherente a su vínculo, donde ella estaba bajo su dominio en un entorno delictivo.
La búsqueda de justicia por parte de la familia
La cobertura mediática del caso ha sido intensa, especialmente en programas de televisión matinales que han seguido de cerca el drama familiar. Los padres de Krishna han expresado su arrepentimiento por no haber mantenido una comunicación más firme con su hija. Por su parte, Cristal Aguilera, la hermana mayor, asumió un papel protagónico en la búsqueda de Krishna, utilizando redes sociales para movilizar apoyo y organizar marchas. Su determinación fue crucial, ya que los detenidos eran quienes ella había señalado como sospechosos.
Cristal ha relatado cómo Beltrán operaba, revelando que se trataba de un delincuente conocido con un largo historial criminal. Krishna, según Cristal, había declarado que en su trabajo vendía hasta 3 millones de pesos diarios (unos 3.000 dólares) y describió su entorno laboral como de constante peligro.
El desenlace trágico
Una semana antes de su desaparición, Krishna había cambiado de domicilio debido al temor por su seguridad. La Fiscalía ha indicado que el secuestro y asesinato de la joven fue planificado como parte de una venganza, debido a que Krishna había proporcionado información sobre los lugares donde Beltrán escondía drogas. Este hecho había provocado una “quitada de droga” por parte de un grupo rival, lo que generó la retaliación en su contra.
El funeral de Krishna Aguilera tuvo lugar el pasado viernes, marcando un momento de despedida para su familia. Cristal Aguilera expresó que, aunque se cierra un ciclo, continúa su lucha por justicia.