En la madrugada del viernes, aproximadamente 15 metros de la muralla de Salamanca se desprendieron, según informaron las autoridades locales. La Policía y los bomberos acudieron al lugar para retirar los escombros y asegurar la zona afectada, situada en el número 67 del paseo del Rector Esperabé, cerca del hotel Palacio de San Esteban. Afortunadamente, no se registraron heridos ni se vieron afectados los edificios vecinos. El incidente ocurrió antes de las siete de la mañana, y las primeras investigaciones sugieren que el fuerte descenso de las temperaturas podría haber causado el helado de grietas en la mampostería.
La sección de muralla dañada tiene dimensiones de cinco metros de alto y 25 de largo. Técnicos de Urbanismo de la ciudad han llevado a cabo una inspección inicial y se preparan para enviar su informe al Ministerio de Hacienda, que es responsable de la muralla y se encargará de las tareas de consolidación y conservación.
Cabe destacar que en 2022 este mismo tramo de la muralla experimentó un desprendimiento, aunque, según los expertos, no tuvo un impacto significativo en el patrimonio histórico de la ciudad.
