Crisi del agua en México: una bomba de tiempo en peligro

La Emergencia Hídrica en México: Desafíos y Compromisos Internacionales

La gestión del agua se ha convertido en un desafío crucial para el Gobierno de México, el cual enfrenta presión tanto interna como externa. Por un lado, la administración de Donald Trump en Estados Unidos exige que México cumpla con su deuda hídrica, que asciende a casi 1,000 millones de metros cúbicos. A partir de esta situación, el país debe entregar 249 millones de metros cúbicos antes de finales de enero. Simultáneamente, la presidenta Claudia Sheinbaum tiene que equilibrar la alta demanda de agua de los agricultores en el norte de México, lo que agrava la compleja situación hídrica.

Presas Internacionales y Capacidad de Suministro

Las presas La Amistad y Falcón, que están contempladas en el tratado bilateral de 1944, se encuentran actualmente en niveles críticos de llenado: 24.1% y 11.5% respectivamente. Estas presas dependen de los seis ríos que alimentan las entregas hacia Estados Unidos, donde el río Conchos aporta gran parte del volumen requeridos. Sin embargo, la prolongada sequía ha complicado el cumplimiento de estos compromisos, lo que lleva a expertos a señalar que México está operando en el “límite” de sus capacidades.

La zona del Bajo Bravo, que abarca partes de Nuevo León y Tamaulipas, podría representar una solución temporal. Según Alfonso Cortez, director de El Colegio de la Frontera Norte, esta zona ha experimentado más precipitaciones en años recientes que Chihuahua. Sin embargo, cualquier recurso extraído de las aguas de la presa Marte R. Gómez se considera una solución de emergencia y ha sido utilizada en varias ocasiones en la última década.

Tratado de 1944 y Opciones de Manejo de Agua

El tratado de 1944 incluye la posibilidad de derivar agua de la presa Marte R. Gómez hacia el río Bravo, pero bajo condiciones específicas. Documentos como el acta 186 de 1947 y las actas 234 y 331 de 1969 y 2024, respectivamente, han establecido esta opción como válida para situaciones de crisis. Aunque actualmente la presa Marte R. Gómez esté operando a un 111% de su capacidad, el inicio de la temporada de riego en el distrito 026 dificultará su uso para entregar agua a Estados Unidos.

Existen diversas alternativas, como la pequeña presa de La Fragua o Las Blancas, que también podrían ayudar, pero su uso podría comprometer otros sistemas de riego existentes. Rodrigo Israel, especialista del Colef, destaca que el Gobierno podría necesitar consensuar con los involucrados si se opta por recurrir a estos embalses, lo que podría incluir compensaciones para los agricultores.

Lecciones de la Cuenca del Río Colorado

En comparación, en la cuenca del río Colorado, es Estados Unidos quien enfrenta desafíos para cumplir con sus compromisos hídricos hacia México, que ascienden a 1,850 millones de metros cúbicos anuales. Desde 2012 se han implementado medidas preventivas en la zona para optimizar el uso del agua, incluyendo compensaciones a agricultores que decidan no sembrar a cambio de pagos. Este enfoque podría ser replicable en el caso del río Bravo para enfrentar la actual crisis hídrica.

Proyecciones Futuras y Compromisos Hídricos

Los retos aumentarán a partir de febrero, tras el primer pago de deuda, donde México aún deberá entregar otros 737 millones de metros cúbicos, además de mantener un pago promedio de 431 millones de metros cúbicos anuales. Esto implica un promedio mensual de 53 millones de metros cúbicos, lo cual requiere una estrategia hídrica sólida para evitar futuros conflictos relacionados con el agua.

La presidenta Sheinbaum se encuentra ante dos grandes presiones: la de Trump, con amenazas de aranceles si no se cumplen los compromisos, y la de un sector agrícola que experimenta tensiones debido a los bajos precios y la nueva Ley de Aguas. Aunque se ha logrado un acuerdo temporal que evitó bloqueos en Navidad, la situación sigue siendo volátil y requiere atención continua.