Debate Energético en Colombia: Renovables frente a Hidrocarburos
Colombia ha estado envuelta durante más de tres años en un intenso debate sobre el futuro de su matriz energética, centrado en dos posturas antagónicas: la promoción de energías renovables frente a la dependencia de los hidrocarburos. Este dilema ha sido planteado desde el primer Gobierno de izquierda en la historia del país, liderado por el presidente Gustavo Petro, quien ha adoptado un discurso crítico hacia los «sectores extractivistas», que incluyen petróleo, gas y carbón, tradiciones del desarrollo local. Aunque hay un consenso parcial sobre la necesidad de avanzar hacia una transición energética, muchos sectores de la sociedad abogan por un enfoque más equilibrado que incluya una gestión pública más efectiva.
Retos de la Transición Energética
El desafío es significativo. Con el fin del cuatrienio a la vista, Colombia enfrenta una carrera contrarreloj para diversificar su oferta energética. Según Alexandra Hernández, presidenta de la Asociación de Energías Renovables de Colombia, “es vital cambiar la oferta eléctrica si queremos evitar apagones”. Las cifras indican que de no aumentar la capacidad antes de 2027, el país podría enfrentar un déficit estructural en su suministro eléctrico.
Aumento en la Capacidad de Energías Renovables
Durante el actual Gobierno, la energía renovable ha pasado a representar entre el 10% y el 12% de la matriz energética, un incremento notable en comparación con apenas el 2% hace dos años. Este avance ha permitido aliviar la carga de la generación hidráulica, que representa el 65%, y la térmica, con un 24,6%. Como destaca Hernández, “el dato mata el relato”, reflejando los esfuerzos para alcanzar un equilibrio energético sostenible.
Colombia ha visto un aumento en su capacidad de energías renovables no convencionales, alcanzando más de 3 Gigas (3.000 megas). La energía solar fotovoltaica ha liderado este crecimiento, permitiendo avances significativos en áreas rurales gracias a iniciativas de comunidades energéticas que buscan empoderar a los usuarios para consumir energía de manera sostenible.
Obstáculos en el Proceso de Transición
A pesar de los avances, la ineficacia y la corrupción se han convertido en principales obstáculos. Los líderes del sector, como Ricardo Álvarez de We Power, mencionan la “asimetría regulatoria” y los trámites burocráticos que dificultan proyectos energéticos. Ejemplos como el caso de La Guajira, donde grupos indígenas han frenado el desarrollo de campos eólicos, ilustran las tensiones entre las comunidades y el avance de proyectos renovables.
“El problema en Colombia no es la falta de proyectos, sino la dificultad para llevarlos a cabo debido a una tramitología excesiva y compleja”, señala Hernández. Por ello, se hace necesario simplificar los procedimientos para avanzar en el desarrollo de la energía renovable.
Desafíos Políticos y Económicos
La transición energética en Colombia es un tema delicado, ya que muchos actores políticos poseen intereses en la industria de los combustibles fósiles. El gremio de camioneros, que depende del diésel y la gasolina, representa uno de los muchos sectores que podrían resistirse a los cambios necesarios. Según Adrián Correa, exdirector de la Unidad de Planeación Minero Energética, “si no descarbonizamos al sector transporte, vamos a eternizar la dependencia del diésel”.
Por otro lado, el Gobierno ha eliminado subsidios a la gasolina, pero ha evitado hacer lo mismo con el ACPM por razones políticas. Este combustible, altamente contaminante, se utiliza principalmente en los transportes de carga, responsables del 80% de la carga comercial en Colombia. En un país donde la mayoría de los vehículos funcionan con combustión interna, surge la pregunta: ¿por qué se han concentrado los esfuerzos en los hidrocarburos?
Futuro Energético y Necesidades de Inversión
La ecuación costo/eficiencia en la agricultura es uno de los factores que ha llevado a esta concentración en los hidrocarburos. A pesar de los desafíos, encuestas indican que el 80% de los ciudadanos consideran urgente acelerar la incorporación de nuevas fuentes renovables.
Los especialistas, como Álvarez, cuestionan la coherencia del Gobierno en su discurso sobre descarbonización y confiabilidad energética. Aunque la decisión de no firmar nuevos contratos de exploración de gas y petróleo es valiosa, también es ineficaz dado que el gas natural representa aproximadamente el 28% de la energía primaria del país.
Por lo tanto, la transición energética colombiana aún carece de rutas claras y los imprevistos son comunes en el camino. La urgencia es evidente: ampliar la oferta energética de forma que se incluyan fuentes diversas. “No existe una sola fuente perfecta”, resalta Hernández, “y es crucial mantener tarifas competitivas”.
Con la presencia de emprendedores y comunidades que poseen iniciativas prometedoras, la clave para avanzar radica en la definición de un rumbo claro, la lucha contra la corrupción y la mejora de la infraestructura para hacer realidad la transición energética en Colombia.