Ceuta y Melilla dominan el juego online con más del 60% de licencias en España

EL PAÍS

Desde el 15 de septiembre, la aduana comercial de Ceuta reabrió sus puertas tras ser cerrada unilateralmente por Marruecos el 8 de julio, citando la necesidad de atender la Operación Paso del Estrecho (OPE). Sin embargo, durante las cuatro semanas posteriores a la reapertura, solo un camión con 25 toneladas de arena ha logrado cruzar la frontera hacia Ceuta. A pesar de que el Ministerio de Asuntos Exteriores asegura que “las dos aduanas están operativas”, no se han registrado cruces de mercancías hacia Melilla desde Marruecos, ni viceversa.

Ocho meses después de que se abrieron las aduanas terrestres en las ciudades autónomas españolas del norte de África, el comercio se encuentra en decadencia. Empresarios de Ceuta y Melilla coinciden en que las restricciones impuestas por Rabat son excesivas y poco claras, lo que hace que operar a través de estas aduanas no resulte rentable.

Un giro hacia el juego online

En lugar de depender del comercio tradicional con Marruecos, Ceuta y Melilla han enfocado su desarrollo económico en el ámbito digital, alejándose de su entorno físico. Siguiendo el ejemplo de Gibraltar, conocido por ser un centro internacional de apuestas en línea, las dos ciudades españolas han apostado por convertirse en líderes en el sector del juego online, acumulando ya el 61% de las licencias en .

De acuerdo con un estudio de la sociedad municipal Procesa, la facturación de las de ciberapuestas en Ceuta alcanzó los 7.500 millones el año pasado, mostrando un crecimiento del 12% en comparación con el año anterior. Este sector contribuyó al PIB de Ceuta con 155 millones en 2023, representando el 8,2% de su riqueza total. Ceuta se ha consolidado como “la capital del juego online,” según su presidente, Juan Vivas.

La expansión de las de apuestas digitales comenzó en 2018, pero su crecimiento se aceleró a partir de 2020 debido al confinamiento y los incentivos fiscales que ofrece Ceuta. La ciudad aplica un impuesto del 10% sobre los beneficios de las empresas de juego, notablemente inferior al 20% en el resto de España. Además, se bonifican las cotizaciones a la Seguridad Social y otros , creando un ambiente propicio para el desarrollo del sector.

Para gozar de estas ventajas fiscales, las empresas deben emplear al menos un 50% de su plantilla y costos laborales en Ceuta. A finales de 2024, se registraron 1.038 empleos directos dentro del sector del juego, representando alrededor del 10% del local.

El caso de Melilla

Por su parte, Melilla ha comenzado a seguir un camino similar, al conseguir el 17% de las licencias de juego online en España. En esta ciudad de 85.811 habitantes, se han creado 1.049 puestos de , incluyendo tanto directos como indirectos. Tanto Ceuta como Melilla están ofreciendo capacitación laboral en este sector para combatir un alto desempleo juvenil que supera el 60%.

En Ceuta, se han establecido más de 30 casas de apuestas, incluyendo grandes nombres como Beltfair y William Hill. En Melilla, la cifra de operadoras se aproxima a la veintena, con la llegada anunciada de la sueca Glitnor. Las autoridades locales han promovido el atractivo fiscal de sus ciudades en ferias como la Ice Gaming de Londres para atraer más empresas.

Desafíos y preocupaciones

No obstante, la creciente de apuestas en línea también ha sido objeto de críticas. Nueva Melilla, un partido local, ha alertado sobre el riesgo de un aumento en la ludopatía y otras adicciones. Asimismo, el presidente de la Asociación de Juego Online en Melilla ha cuestionado los comentarios del ministro de , quien propuso obligar a las plataformas a advertir sobre los peligros del juego.

Situación de las aduanas

Ambas ciudades han tenido que adaptarse al cese del comercio informal, que anteriormente era gestionado por porteadoras marroquíes. La prometida apertura de las aduanas como una oportunidad para establecer un comercio regular con Marruecos no ha cumplido con las expectativas, convirtiéndose en un fiasco económico, según de empresarios de la región. Las aduanas solo permiten el paso de ciertos productos, lo que resulta en un flujo desigual y riesgoso de mercancías.

Aumentan las quejas sobre las restricciones aduaneras, que complican aún más las importaciones y de productos perecederos. Tanto en Ceuta como en Melilla, la incertidumbre en el comercio está llevando a un cambio hacia el modelo de juego digital, aún con voces disonantes que cuestionan esta dirección.

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