Destacado estudiante de Fusagasugá se prepara para la medicina
Emilio Torres, un joven de 17 años, se graduó recientemente del colegio IEM Carlos Lozano en Fusagasugá, Cundinamarca, y se encuentra en la antesala de su futura carrera en Medicina. Con un puntaje sobresaliente de 437 en la prueba Saber 11, el examen estandarizado estatal que tiene un máximo de 500 puntos, Torres está listo para postularse a universidades reconocidas como la Universidad Nacional de Colombia, Los Andes y la Javeriana. En lectura crítica y matemáticas, incluso logró un puntaje perfecto de 100.
Programa de Talentos Excepcionales y su impacto en Cundinamarca
Desde su infancia, Torres ha destacado académicamente, lo que le permitió ingresar al programa de Talentos Excepcionales de la Fundación Alquería. Este programa pagará su matrícula y manutención en la universidad. La iniciativa, que comenzó en Cajicá en 2010, busca fortalecer la educación pública en el departamento y ha beneficiado a más de 146.600 estudiantes y 8.000 docentes en 200 colegios públicos de 93 de los 116 municipios de Cundinamarca.
Adaptación y mejora continua en la educación
El modelo inicial del programa incluía becas exclusivas para estudiantes con talento, pero rápidamente se amplió a un enfoque integral que incluye formación docente, acompañamiento socioemocional y trabajo en equipo con directores y familias. Gracias a esta estrategia, Cajicá se convirtió en 2017 en el primer municipio en el país donde todos los colegios públicos alcanzaron calificaciones A y A+ en el examen Saber 11.
El éxito obtenido atrajo la atención de la Gobernación, que en 2020 empezó la implementación del modelo en 108 municipios del departamento. Actualmente, el programa ya abarca 200 de las 275 instituciones educativas en la región, y se prevé comenzar pilotos en otros departamentos en el próximo año.
El amor por el servicio en medicina
A pesar de que la música es otra de sus pasiones —toca piano y guitarra y dirige el grupo musical de su iglesia—, Torres está decidido a seguir una carrera en medicina, movido por su deseo de servir a la comunidad. Reconoce la presión que conlleva esta carrera, pero valora el componente socioemocional del programa, que se extiende a lo largo de la vida universitaria. “Es fundamental saber manejar el estrés, sobre todo en la medicina”, explica.
Historias de éxito y motivación
Johnatan Contreras, graduado de medicina de la Universidad de Los Andes y parte de una de las primeras cohortes del programa, comparte su experiencia transformadora. Proveniente de Chocontá, Contreras atribuye su éxito a las herramientas adquiridas a través del programa, que le enseñaron a pensar en grande y soñar con metas a largo plazo.
“Antes, vivía más en el día a día, y ahora tengo una visión clara de mi futuro”, añade. Esta visión, enfatiza, se vio fortalecido por la comunidad, que siempre lo apoyó en su trayectoria educativa.
Transformación en la educación pública
Nicolás Hernández, rector del colegio Rincón Santo, uno de los primeros en adoptar el programa, destaca que ha cambiado su manera de abordar la educación. Utiliza ahora un modelo basado en datos para tomar decisiones y ha implementado estrategias para reducir la deserción escolar. Gracias a estas medidas, la cantidad de estudiantes que repiten el año ha disminuido significativamente.
Hernández también ha establecido convenios para asegurar que los estudiantes tengan un lugar en una institución de educación superior al graduarse, logrando un impresionante 93% de inserción educativa para los alumnos de su colegio.
Una transformación estructural necesaria
Carlos Enrique Cavelier, presidente de la Fundación Alquería, subraya la importancia de una intervención integral en la educación pública. Afirmando que las mejoras en infraestructura son insuficientes si no se abordan las necesidades estructurales del sistema educativo, Cavelier hace un llamado a una transformación completa para lograr un cambio real.
