El Contacto Piel con Piel: Beneficios para el Recién Nacido
El contacto piel con piel entre una madre y su recién nacido es una práctica que va más allá de un acto romántico; se basa en sólidos principios científicos que mejoran la salud del bebé. Según una revisión de Cochrane, mantener a los recién nacidos sobre la piel desnuda de sus madres durante la primera hora tras el parto incrementa la probabilidad de establecer la lactancia materna exclusiva y ayuda a los bebés a adaptarse a su nueva vida fuera del útero. Este contacto facilita la regulación de la temperatura corporal, eleva los niveles de azúcar en sangre y mejora la respiración y la frecuencia cardíaca.
Beneficios en Partos Naturales y por Cesárea
La práctica del contacto piel con piel es beneficiosa tanto en partos naturales como por cesárea. De hecho, la Organización Mundial de la Salud recomienda esta estrategia incluso para bebés prematuros, a quienes a menudo se les lleva inmediatamente a la incubadora. La revisión de Cochrane indica que, al mes de vida, aproximadamente el 75% de los bebés que experimentan contacto piel con piel son alimentados exclusivamente con leche materna, en contraste con el 55% de aquellos que no lo recibieron.
Importancia de las Primeras Horas de Vida
Las primeras horas después del nacimiento son cruciales para el recién nacido. En esta etapa, los bebés atraviesan diferentes procesos fisiológicos para adaptarse al entorno exterior, y el contacto inmediato con la madre es esencial. La revisión analizó cerca de 70 estudios con datos de más de 7,000 parejas madre-bebé, concluyendo que esta práctica no solo favorece la lactancia, sino que también contribuye a mantener niveles óptimos de glucosa en sangre y puede ayudar a estabilizar parámetros cardíacos y respiratorios, tanto en bebés de término como en prematuros.
Riesgos Mínimos y Experiencias Positivas
Los investigadores destacaron que los lactantes que reciben contacto piel con piel presentan una diferencia mínima de temperatura corporal. Aunque esta variación es de solo 0.28 grados centígrados, el estudio asegura que no existe un mayor riesgo de hipotermia para estos bebés. Además, las familias involucradas reportaron que esta experiencia fue positiva y manifestaron interés en repetirla en futuros partos.
Un Cambio de Paradigma en el Manejo del Recién Nacido
Elizabeth Moore, profesora jubilada de la Escuela de Enfermería de la Universidad Vanderbilt y autora principal de esta investigación, resalta el cambio de enfoque en la atención neonatal. Históricamente, los bebés eran separados de sus madres para realizar procedimientos rutinarios; sin embargo, la evidencia actual sugiere que este enfoque ya no es justificable. Según la neonatóloga Ana Morillo del Hospital Infantil Sant Joan de Déu de Barcelona, el contacto piel con piel es fundamental para el bienestar del bebé durante su primera hora de vida, un momento en el que están más alerta y receptivos.
Impacto en la Supervivencia de Neonatos de Bajo Peso
Karin Cadwell, del Healthy Children Project’s Center for Breastfeeding en Estados Unidos, sostiene que negar el contacto piel con piel es un acto poco ético. Según estudios recientes, esta práctica puede ser decisiva para la supervivencia de neonatos de bajo peso. En ensayos realizados en hospitales de India y África, el contacto piel con piel demostró mejorar significativamente las tasas de supervivencia en neonatos.
Efectos sobre la Madre
La revisión también examina el impacto del contacto piel con piel en las madres, aunque la evidencia es más limitada. Se concluye que esta práctica no tiene efectos significativos sobre el tiempo de expulsión de la placenta ni en la reducción de la hemorragia posparto, que es una de las principales causas de mortalidad materna. No obstante, los autores reconocen que no se reportaron efectos adversos para las madres y sugieren que podrían existir ventajas en cuanto al alivio del dolor tras una episiotomía.