La Ley Silla y su Impacto en el Estado de México
En una gasolinera de Naucalpan, Estado de México, América Sosa, de 32 años, espera en “el hueso” para despachar un automóvil. Mientras observa la calle, menciona que en ocasiones usan unas sillas de contrabando para descansar, a escondidas de su supervisor. Esta problemática resalta la falta de adecuaciones en los lugares de trabajo, a pesar de la reciente entrada en vigor de la Ley Silla, la cual establece el derecho al descanso para trabajadores que están de pie.
Detalles de la Ley Silla
La Ley Silla, que se implementa desde junio de 2025 en Ciudad de México, obliga a los empleadores a proporcionar asientos a sus trabajadores. La normativa exige que se incluyan sillas con respaldo y que se realicen adecuaciones en el Reglamento Interior de Trabajo. El incumplimiento de estas disposiciones puede resultar en multas de hasta 567,700 pesos, equivalentes a casi 31,500 dólares. En el Estado de México, la ley empezó a aplicarse desde diciembre.
Ajustes en Empresas antes de la Ley
Algunas tiendas comenzaron a aplicar la ley incluso antes de su oficialización. En una Comercial Mexicana en Ciudad Satélite, el gerente menciona que se realizaron pruebas para identificar las sillas más adecuadas para sus empleados. Arely Ramírez, trabajadora de GNC en Echegaray, asegura que en su tienda no percibieron cambios porque ya contaban con asientos cómodos. Sin embargo, los guardias de seguridad de la plaza se encuentran en una situación diferente, ya que no cuentan con sillas y deben conformarse con sentarse en mesas destinadas para los clientes.
Condiciones Laborales en Ciudad de México
En una tienda Liverpool sobre las avenidas Insurgentes Norte y Félix Cuevas, los empleados también se ven limitados por la falta de asientos adecuados. Marta, una trabajadora con más de diez años en el lugar, comenta que las sillas de descanso están ubicadas en un área poco funcional, ya que les impide ver y atender a los clientes de manera efectiva. Por otro lado, Marco, un compañero de trabajo, menciona que su único espacio para descansar se encuentra en las bodegas, lo que también complica su labor de ventas.
Desafíos en el Palacio de Hierro
En el Palacio de Hierro de la Condesa, las trabajadoras Marina y Magdalena expresan que a pesar de tener derecho a 20 minutos de descanso, prefieren no tomarlo para no afectar sus ventas. Ambas coinciden en que sería más efectivo contar con un espacio de descanso dentro de su área de trabajo, lo que les permitiría mantenerse atentas a los clientes.
La activación de la Ley Silla pretende mejorar las condiciones laborales de aquellos que trabajan de pie, pero la implementación efectiva de esta normativa aún enfrenta desafíos significativos en diversas empresas de la región.
