Violencia en Michoacán: un coche bomba interrumpe el optimismo del Plan Michoacán
Michoacán continúa siendo un escenario de violencia e imprevisibilidad. El reciente estallido de un coche bomba en Coahuayana ha afectado las expectativas del Gobierno de Claudia Sheinbaum, que se preparaba para presentar un informe sobre el primer mes de implementación del Plan Michoacán, diseñado para pacificar y restablecer la justicia en esta región altamente afectada por la delincuencia organizada.
Datos sobre la violencia en Michoacán
Según las cifras oficiales, se ha registrado una disminución de la violencia a nivel nacional. En una reciente conferencia matutina, el Gabinete de Seguridad informó que los homicidios dolosos han caído un 34% entre septiembre de 2024 y noviembre de 2025. Sin embargo, Michoacán se encuentra entre los siete estados que concentran más del 50% de los homicidios en el país, con un total de 1,191 casos, lo que equivale al 5.5% del total nacional entre enero y noviembre de este año.
Durante noviembre, mes en que comenzó la implementación del Plan Michoacán, el estado reportó 59 homicidios, comparado con los 159 de Guanajuato, que sigue siendo el territorio más violento del país. De acuerdo con el informe, Michoacán se posiciona entre los 26 estados que han logrado reducir su promedio diario de homicidios en un 12.9%.
El atentado y su contexto
El ataque con coche bomba ocurrió el sábado pasado, coincidiendo con un evento donde Sheinbaum celebraba siete años de la Cuarta Transformación. La explosión en Coahuayana, cerca de la frontera con Colima, ha generado confusión. Inicialmente, la Fiscalía General de la República planteó la posibilidad de un “acto terrorista”, pero luego lo categorizó como un ataque relacionado con la delincuencia organizada. El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, atribuyó la situación a la pugna entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Carteles Unidos.
Este hecho dejó un saldo trágico de seis muertos, incluyendo a dos personas que estaban en la camioneta durante la explosión. La situación en Coahuayana vuelve a poner de manifiesto las dificultades en Michoacán, justo un mes después del asesinato de Carlos Manzo, el alcalde de Uruapan, quien fue abatido frente a su familia durante el Día de Muertos.
El Plan Michoacán y sus objetivos
El 9 de noviembre, Claudia Sheinbaum presentó el Plan Michoacán junto a su gabinete y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien ha enfrentado el incremento de la violencia desde su asunción al cargo en 2021. Este plan incluye el despliegue de más de 10,500 elementos de la Guardia Nacional, 1,781 de la Marina y 277 de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, así como múltiples recursos tecnológicos y humanos.
La estrategia busca atacar la problemática desde diferentes frentes: desarrollo económico, infraestructura, salud, educación y programas de bienestar. Se prevé una inversión pública de 57,564 millones de pesos en el estado y 39,330 millones de pesos en inversión mixta para 2026 y 2027.
Un contexto histórico de violencia
Michoacán ha sido un territorio durante décadas marcado por la violencia y los rezagos. La situación se agravó tras el asesinato de Carlos Manzo, pero estos problemas no son recientes. En 2006, el presidente Felipe Calderón lanzó el Operativo Conjunto Michoacán para combatir al narcotráfico, seguido en 2014 por una intervención federal del expresidente Enrique Peña Nieto, ambas con resultados infructuosos. Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, cinco alcaldes han sido asesinados, y hasta la fecha, tres durante la gestión de Sheinbaum.
Avances y desafíos del Plan Michoacán
El 1 de diciembre, Sheinbaum declaró que el Gobierno presentaría un informe integral sobre los 12 ejes del Plan Michoacán, incluyendo acciones como ferias de bienestar, canje de armas y actividades culturales. García Harfuch también reportó la detención de 932 personas y la incautación de 22.9 toneladas de droga, reflejando esfuerzos significativos en la lucha contra la delincuencia.
A pesar de los avances reportados, García Harfuch enfatizó que el Plan Michoacán no ha concluido, subrayando que este enfoque integral debe persistir hasta lograr una disminución notable en los índices delictivos.
