Desafiando la Percepción del Cine: El Nuevo Libro de Cavallo y Martínez
En un mundo donde el streaming inunda con estrenos constantes, la noción de ‘película reciente’ ha cambiado drásticamente. Si en 2005 una película de 2000 era considerada nueva, hoy cualquier filme de hace un par de años puede parecer anticuado. Esta reflexión es el punto de partida de 50 películas viejas, el cuarto libro en conjunto de los críticos de cine Ascanio Cavallo y Antonio Martínez, quienes presentan esta obra 30 años después de su primer título, Cien claves del cine.
Una Nueva Definición de ‘Viejo’
Según Cavallo y Martínez, el término ‘viejo’ se ha diluido; ahora se puede aplicar a casi cualquier película. A lo largo del texto introductorio, los autores explican que, en la era de los formatos digitales y la abundancia cinematográfica, «una película vieja es casi cualquier película». Con un tono de ironía, sostienen: “Quisimos burlarnos de la idea de que la película del mes pasado ya es vieja”.
Una Selección de Joyas Cinematográficas
La obra es el testimonio de una larga amistad centrada en el cine y presenta una selección de segmentos del programa Página 13, que Iván Valenzuela conduce en T13 Radio. Este programa, que se emite los viernes, se dedica a explorar películas del pasado, algo poco común en los medios actuales. Entre las 50 películas seleccionadas se encuentran títulos olvidados y menos conocidos, además de algunas de gran prestigio, un enfoque que busca redescubrir clásicos que han caído en el olvido.
Entre las elecciones destaca Mecánica nacional (1972) y el western Conciencias muertas (1942), junto a otros filmes significativos que representan la diversidad cinematográfica a lo largo de las décadas.
Presentación del Libro y Una Conversación Reflexiva
El lanzamiento de 50 películas viejas tuvo lugar en el bar Liguria en Santiago, donde Martínez y Cavallo compartieron anécdotas sobre su trayectoria. Durante este evento, el crítico de Wikén reflexionó sobre la importancia de lo “entrañable” en el cine, mientras Martínez destacó cómo la crítica cinematográfica debe ser cultivada como un género en peligro de extinción.
La Amistad y el Periodismo Cinematográfico
La relación entre Cavallo y Martínez se forjó en la década de 1980, cuando ambos trabajaban en el ámbito cultural de medios que cuestionaban la dictadura de Pinochet. A partir de ese punto, su pasión conjunta por el cine se consolidó en múltiples colaboraciones periodísticas.
En 1985, tras la salida del crítico de cine de la revista Hoy, ambos asumieron la crítica de cine, comenzando así una etapa en que asistir a funciones de prensa se convirtió en parte esencial de su vida laboral y personal. Esta experiencia les permitió forjar un vínculo más profundo alrededor de su amor por el cine.
Un Desafío Perpetuo para la Crítica Cinematográfica
Los desafíos para la crítica cinematográfica son evidentes en un entorno saturado de contenido. Ambos críticos reconocen que aunque la oferta de películas es extensa y diversa, la pasión por el cine sigue viva, aunque más fragmentada. Cavallo menciona que, a pesar de los cambios, siempre habrá un público que valore esta forma de arte.
En un escenario donde el interés por las series de televisión parece eclipsar al cine, Martínez sugiere que aquellos realmente apasionados por el cine son los que mantienen viva la «militancia» en esta forma de arte.
Como resumen de su pensamiento, Martínez plantea que «la cinefilia implica una cierta militancia», reafirmando la importancia de creer en la magia del cine, a pesar de las tendencias efímeras que puedan surgir.
