El Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena: Tradición y Modernidad
Para millones de personas, el 1 de enero no comienza hasta que RTVE retransmite en directo el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena. Este evento musical, celebrado en la icónica Sala Dorada del Musikverein, deslumbra con su decoración floral y un programa que combina las composiciones de la dinastía Strauss con obras contemporáneas. Conduzco esta ceremonia musical una orquesta de renombre mundial y un director de prestigio, además de incluir escenas de ballet pregrabadas en lugares emblemáticos de Viena.
Un legado cultural con raíces históricas
A menudo se recuerda que este célebre Concierto nació como una forma de propaganda nazi durante la anexión de Austria por el Tercer Reich. Sin embargo, lo que se oculta es la gran maniobra que permitió transformar el evento tras la Segunda Guerra Mundial en un símbolo de la excelencia cultural austríaca. Este proceso se cimentó en el llamado Opfermythos, el victimismo que posicionó a Austria como la primera nación libre agredida por Hitler. Así, los valses de Strauss que habían sido utilizados por la maquinaria nazi se reinterpretaron como emblemas de una resistencia vienesa ante la barbarie.
Una celebración seguida por millones
El Concierto de Año Nuevo es seguido en directo por alrededor de 50 millones de personas en más de 150 países. Aunque su formato se ha mantenido prácticamente inalterable a lo largo de los años, la 86ª edición del evento debería consolidar la representación de compositoras. Este año, se incluirán obras de dos mujeres: una polca mazurca de la austriaca Josefine Weinlich, contemporánea de los Strauss, y un vals de la afroamericana Florence Price, escrito en 1939. Además, será la primera vez que Yannick Nézet-Séguin, director de la Orquesta de Filadelfia, se suba al podio para dirigir el concierto, cuyo programa reivindica la paz y celebra la diversidad cultural.
El Musikverein y su deslumbrante decoración
La transmisión del Concierto comienza con la fachada del Musikverein, inaugurado en 1870 y diseñado por Theophil von Hansen. Este edificio emblemático da acceso a la Sala Dorada, un ejemplo destacado del neoclasicismo vienés, adornado con cariátides y representaciones de Apolo junto a las nueve musas.
Cada año, los Jardines y Parques de Viena se encargan de la decoración floral del evento, que este año incluye cerca de 30.000 flores —rosas, amarilis, claveles y orquídeas— en una paleta que combina tonos albaricoques y corales con acentos en rojo y naranja.
La identidad sonora de la Filarmónica de Viena
La Filarmónica de Viena es reconocida por su sonido característico, que se basa en el equilibrio entre la transparencia y el control dinámico. Fundada en 1842, la orquesta está formada en su mayoría por músicos de la Ópera Estatal que han superado un riguroso proceso de selección. En las últimas tres décadas, la orquesta ha comenzado a incluir un número creciente de mujeres, que estarán visiblemente representadas en los primeros atriles de esta edición.
Yannick Nézet-Séguin: Un director innovador
A diferencia de otros años, Yannick Nézet-Séguin debutará como director del Concierto de Año Nuevo. Con una trayectoria de éxito en la Orquesta de Filadelfia y la Metropolitan Opera de Nueva York, su liderazgo se caracteriza por una aproximación contemporánea a la música clásica. Además, es un referente LGTBI en el mundo de la música clásica, lo que amplía su audiencia más allá del circuito tradicional.
Nuevas voces femeninas en el repertorio
El programa del Concierto también incluye obras de Josefine Weinlich y Florence Price. Weinlich, contemporánea de Johann Strauss hijo, fue pionera al formar la Primera Orquesta Femenina Europea. Por su parte, Florence Price, una compositora estadounidense, se ha revalorizado en años recientes, y su Vals del arcoíris será presentada en esta edición, introduciendo una voz afroamericana en el repertorio tradicional del evento.
El predominio de Johann Strauss hijo
Johann Strauss hijo sigue siendo el compositor predominante, con seis de sus obras incluidas en el programa de 2026. Entre ellas se encuentran clásicos como Rosas del Sur y la Marcha egipcia, reflejando la influencia continua de sus composiciones en la música clásica vienesa.
Temáticas contemporáneas a ritmo de vals
El programa también presenta obras que abordan temas contemporáneos, como el vals Leyendas del Danubio, que evoca experiencias culturales a través del viaje. Asimismo, el galope de Joseph Lanner se inspira en una compañía de bailarinas y músicos indios que actuó en Viena en 1839, integrando elementos exóticos en su música.
Una estructura invariable en el concierto
La estructura del Concierto de Año Nuevo sigue alternando entre valses y polcas. Se presentarán seis valses, cada uno con su propia introducción y coda, intercalados por tres tipos de polcas. Este año, se abrirá el concierto con la obertura de Indigo y los cuarenta ladrones de Johann Strauss hijo.
Propinas y un público entusiasta
Las tradicionales tres propinas, que incluyen el vals Junto al hermoso Danubio azul y la Marcha Radetzky, también tienen lugar en este evento. En esta ocasión, el compositor Philipp Fahrbach hijo será presentado con su polca rápida Circo. Durante la Marcha Radetzky, el público participará con sus aplausos al ritmo marcado por el director.
Intermedio y danza
El intermedio contará con un documental sin locución sobre la colección Albertina, y las escenas de ballet coreografiadas por John Neumeier se presentarán durante el concierto, continuando así una tradición que combina música y danza.
