Martes de Pololeo: La Cita Semanal de Kast y Su Esposa

José Antonio Kast y Pía Adriasola, futuros presidentes de Chile, han compartido una relación que ha resistido la prueba del tiempo y las responsabilidades. Su matrimonio, que se inició hace casi 35 años, se ha sostenido gracias a un elemento esencial: los ‘martes de pololeo’. Este concepto, instaurado por Kast (59 años) desde sus tiempos de noviazgo, ha consistido en reservar un día a la semana exclusivamente para dedicarlo a su esposa, Pía Adriasola (58 años). “Desde entonces, todos mis amigos sabían que ese día estaba reservado para el diálogo matrimonial”, declaró Kast en una reciente entrevista.

Los ‘martes de pololeo’ fueron revelados por Adriasola durante la primera campaña presidencial de Kast en 2017. La pareja se conoció en la Universidad Católica mientras estudiaban Derecho. Tras una separación, Kast logró reconquistarla y ambos comenzaron su relación formal nuevamente. Sin embargo, la vida política de Kast y su dedicación a su carrera a menudo dejaban a Adriasola con sentimientos de abandono. “Este hombre era hermético, no hablaba nada. A veces era imposible penetrar en su pensamiento”, confesó Pía en una entrevista.

La solución a sus dificultades emocionales llegó a través de su fe común. Ambos son católicos practicantes y, mediante el padre Horacio Rivas Rodríguez, un sacerdote del movimiento Schoenstatt, idearon la idea de reservar un tiempo exclusivo cada semana. “El padre me sugirió que fijara la reunión con Pía para el martes”, recordó Kast. Desde entonces, este ritual se ha convertido en un pilar fundamental de su relación, permitiendo que Adriasola sintiera que ocupaba un lugar importante en la agenda de Kast.

A pesar de casarse en 1990 y tener nueve hijos, la convivencia presentó desafíos. Adriasola recordó que la rutina cotidiana comenzó a desgastar la calidad de su relación tras el matrimonio. “Después de casarnos, dejamos de tener los ‘martes de pololeo’. Él llegaba de trabajar y la conversación se desvanecía”, confesó. Esto llevó a la reintroducción de su costumbre semanal, que les ayudó a reestablecer el contacto emocional en su relación.

Según el padre schoenstattiano Juan Pablo Rovegno, los encuentros como los ‘martes de pololeo’ son parte de un “itinerario pedagógico” para fortalecer la relación matrimoniales. Kast y Adriasola han confirmado que este diálogo semanal ha sido fundamental. “Nuestros hijos saben que ese día es sagrado”, explicó Kast en su entrevista, añadiendo que, aunque en ocasiones han tenido que cambiar el día, el concepto permanece.

Incluso como una “institución familiar”, esos martes son momentos críticos para dialogar sobre la vida familiar y política. Como afirma Kast Adriasola, estos encuentros permiten evitar que la rutina afecte el tiempo destinado a los temas importantes de la familia. “Si por algún motivo se pierde ese espacio, la próxima semana tiene que ser el doble”, señaló su hijo, quien también es diputado. Gracias a este compromiso, han logrado mantener una familia unida en medio del ajetreo de la política chilena.