La Reforma Educativa de Javier Milei en Argentina: Claves y Controversias
La educación en Argentina está experimentando un cambio radical con la propuesta de Javier Milei, quien busca redefinir el papel del Estado y de las familias en el sistema educativo. En su proyecto de Ley de Libertad Educativa, se plantea que el Estado asuma una función subsidiaria, mientras que las familias ganan protagonismo en el proceso de enseñanza.
Cambios Estructurales en la Educación
Entre los cambios más destacados está la autorización de la enseñanza en casa, similar al modelo de homeschooling en Estados Unidos. Ahora, los padres no solo participan en la educación, sino que también podrán influir directamente en la gestión de las escuelas, incluyendo la facultad de nombrar y despedir directores.
Este enfoque implica un cambio en la financiación educativa. En lugar de destinar fondos a las instituciones, estos se dirigirán a las familias, permitiendo que elijan libremente la escuela para sus hijos. Esta medida busca fomentar un régimen de competencia entre instituciones educativas para atraer alumnos.
Contenido de la Ley de Libertad Educativa
La ley se centra en los niveles obligatorios de educación: inicial, primaria y secundaria. Promueve la «libertad educativa» como un derecho que permite a los individuos enseñar y aprender de acuerdo con sus propias convicciones. Establece la primacía de la familia como agente de educación y limita el rol del Estado a garantizar el derecho a la educación sin sustituir las responsabilidades individuales o familiares.
Implicaciones para la Educación Pública
La propuesta de Milei, que se alinea con un credo anarcocapitalista, plantea un panorama desafiante para la educación pública en Argentina. Con más del 70% de los 11 millones de alumnos asistiendo a escuelas públicas, el proyecto podría suponer un drástico cambio en las bases de la educación gratuita y laica promovida históricamente por figuras como Domingo Sarmiento.
Myriam Feldfeber, doctora en Educación, advierte que esta reforma vulnera el derecho constitucional a la educación y no aborda los problemas existentes en el sistema educativo.
Delegación de Responsabilidades
La reforma busca una mayor delegación de funciones a las escuelas y las familias, permitiendo a las instituciones diseñar sus propios planes de estudio, siempre que respeten ciertos contenidos mínimos. Se establecen Consejos de Padres en cada escuela, quienes tendrán un papel activo en la supervisión y gestión escolar, incluyendo el proceso de contratación y despido del personal directivo.
Formas Alternativas de Enseñanza
El proyecto también contempla modalidades de educación alternativas, incluyendo la «educación en entornos virtuales» y la «educación en el hogar», donde los padres o tutores tendrían un papel central. Sin embargo, estas modalidades dependen de evaluaciones estandarizadas para validar los conocimientos adquiridos.
Mariano Echenique, doctor en Educación, señala que el homeschooling genera desigualdades, ya que requiere recursos que no todas las familias poseen, y critica la idea de que la enseñanza virtual pueda reemplazar la socialización que se produce en un entorno escolar.
Reacciones y Controversias
Los sindicatos de educación han rechazado enérgicamente la reforma, particularmente su clasificación de la educación como «un servicio esencial», lo que podría limitar el derecho a huelga de los docentes. La Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) argumenta que esta medida favorece a grandes corporaciones y profundiza los procesos de privatización en el sector educativo.
A pesar de la reciente presentación del proyecto, la discusión en el Congreso aún no ha comenzado. No obstante, se espera que la ultraderecha y sus aliados cuenten con el apoyo de instituciones educativas privadas, mientras que enfrentan la oposición del peronismo y de la mayoría de la comunidad educativa del sistema público en Argentina.
