Tejiendo Oportunidades: El Taller de Artesanas Migrantes en México
En un espacio lleno de telas, hilos y cintas de medir, un grupo de mujeres trabajadoras se dedica a crear llaveros coloridos en un taller llamado Tejiendo futuros. Zeneida Avendaño, una mujer de 58 años originaria de Caracas, comparte su entusiasmo por este proyecto que no solo ofrece un espacio seguro, sino también oportunidades de crecimiento personal y profesional. Junto a seis artesanas migrantes de Perú, Haití, Guatemala y Venezuela, Avendaño forma parte de esta iniciativa respaldada por la empresa de ropa Básicos de México y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Un Proyecto con Propósito
La idea de Tejiendo futuros nació hace tres años durante un taller con mujeres migrantes realizado en el albergue Cafemin. Valerie Benatar, cofundadora de Básicos de México, participó en ese encuentro y decidió ayudar a estas mujeres a ingresar al mercado laboral. Gracias a la colaboración con IKEA, la empresa escandinava identificó una necesidad en el mercado mexicano y comenzó a vender productos como tortilleros elaborados por estas artesanas. Este enfoque ha permitido a las mujeres generar ingresos mientras realizan trabajos de macramé y crochet.
Historias de Superación
Shnaynise Joseph, conocida como Nunu, es otra de las integrantes del proyecto. Llegó a México buscando oportunidades para su familia y recuerda su llegada embarazada en 2024. Faced con la dificultad de cuidar a su pequeño hijo mientras trabaja, Nunu expresa que ser parte de Tejiendo futuros ha sido “una bendición”, ya que le ha permitido no solo obtener ingresos, sino también aprender nuevas habilidades. Aunque al principio tuvo miedo de no saber hacer llaveros, la enseñanza de sus compañeras le dio la confianza para sobresalir en esta nueva tarea.
Un Futuro Sostenible
Benatar expone que el objetivo es convertir Tejiendo futuros en un negocio sostenible que genere oportunidades laborales para más mujeres migrantes. La meta es ampliar el grupo a 30 participantes en los próximos dos años, con planes para establecer una cooperativa textil donde las mujeres sean dueñas de sus herramientas y reciban la capacitación necesaria para ser proveedoras.
Buscando un Mejor Futuro
Zeneida, que llegó a México en 2016 con su familia, resalta la importancia de tener un empleo para brindar un buen futuro a sus hijos. Describe la difícil experiencia de adaptarse a un nuevo país y destaca que el trabajo es fundamental para lograr una vida digna. Su historia refleja la de muchas otras mujeres que buscan oportunidades en un entorno desafiante.
Apoyo Institucional de la OIM
La OIM juega un papel crucial en esta iniciativa, proporcionando asesoría y ayudando a las mujeres a acceder a otras oportunidades laborales fuera de la industria textil. La embajadora de Buena Voluntad de la OIM, América Ferrera, ha estado involucrada activamente, escuchando las historias de las artesanas y apoyando la narrativa positiva sobre la migración. Ferrera enfatiza que los migrantes no buscan caridad, sino oportunidades para mejorar sus vidas y ofrecer un futuro mejor a sus hijos.
