La Evolución del Género Homo: Claves de Nuestra Historia
Para entender los orígenes del género Homo, es esencial examinar las características que definieron a nuestros ancestros. Entre estos rasgos destaca el bipedalismo, una adaptación que permitió a los primeros homínidos caminar erguidos. Este cambio implicó transformaciones significativas en la anatomía del pie y la pelvis, liberando las extremidades superiores para nuevas funciones evolutivas.
Crecimiento del Cerebro y Dieta Omnívora
Otro aspecto crucial en la evolución humana es el aumento en el tamaño cerebral. A lo largo del tiempo, nuestros ancestros desarrollaron habilidades cognitivas complejas, entre ellas la planificación y el lenguaje, rasgos distintivos de nuestra especie. Asimismo, la dieta omnívora emergió como un factor determinante. La incorporación de carne, que proporcionaba grasas y proteínas esenciales, facilitó un desarrollo cerebral más acelerado y permitió una mayor adaptación a diversos entornos.
La Fabricación de Herramientas
El avance en la fabricación de herramientas también marcó un hito en nuestra evolución. Los primeros representantes del género Homo comenzaron a crear utensilios de manera sistemática, lo que no solo mejoró sus posibilidades de supervivencia, sino que les permitió modificar su entorno. Este proceso evidenció una relación bidireccional entre biología y tecnología: nuestras capacidades biológicas propiciaron el desarrollo tecnológico, y a su vez, la tecnología influenció nuestra evolución.
El Primer Homo: Homo habilis
El primer homínido formalmente reconocido como parte del género Homo es Homo habilis, conocido como «hombre hábil». Este término fue acuñado por el paleoantropólogo británico Louis Leakey en la década de 1970 tras descubrir fósiles en la Garganta de Olduvai, Tanzania. Estos restos están asociados a una industria lítica primitiva, conocida como Olduvayense, con una antigüedad estimada de entre 2.4 y 1.4 millones de años, lo que llevó a Leakey a calificar a Homo habilis como el primer fabricante de herramientas.
El Bipedalismo y la Tecnología
Investigaciones recientes indican que el bipedalismo y la fabricación de herramientas no ocurrieron simultáneamente como se había creído. El hallazgo de Lucy (Australopithecus afarensis), un homínido bípedo que vivió hace aproximadamente 3.2 millones de años, evidencia que el bipedalismo existía antes de la capacidad para fabricar herramientas. Estudios sitúan el origen del bipedalismo alrededor de cuatro millones de años, basándose en fósiles de Ardipithecus anamensis y Ardipithecus ramidus, descubiertos en Kenia y Etiopía en los años 90. Adicionalmente, fósiles como el fémur de Orrorin tugenensis y Sahelanthropus tchadensis, hallados en África, sugieren que estos homínidos ya podían haber caminado erguidos.
Controversias y Nuevos Descubrimientos
Recientes hallazgos han añadido complejidad al entendimiento de nuestros ancestros. Homo habilis no estuvo solo; otras especies como Homo rudolfensis, descubierto en Kenia y datado en 2.4 millones de años, podrían rivalizar con él por el título de primer representante del género Homo. Localidades como Gona y Ledi-Geraru, en el triángulo de Afar, han proporcionado herramientas con edades de entre 2.6 y 2.5 millones de años, lo que cuestiona la exclusividad de Homo habilis en la fabricación de herramientas.
Replanteando los Orígenes de la Tecnología Humana
Las investigaciones en el yacimiento de Dikika han reportado marcas de corte en huesos datados en 3.4 millones de años, mientras que en Lomekwi, en Kenia, se han documentado herramientas de hasta 3.3 millones de años, forzando así un nuevo replanteamiento sobre los orígenes de la tecnología humana.
Estos descubrimientos amplían el horizonte de nuestro conocimiento sobre quién fabricó las primeras herramientas y cuándo ocurrieron. Lo más probable es que las primeras industrias líticas fueran desarrolladas tanto por homínidos tempranos como por especies de Australopithecus. Sin embargo, con el surgimiento del género Homo, hace aproximadamente 2.4 millones de años, se inicia una historia en la que biología y cultura comienzan a influenciarse mutuamente, marcando un hito esencial en nuestra evolución.
Paula García Medrano es investigadora senior en Arqueología Cognitiva en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) en Burgos, especializada en tecnología lítica prehistórica.
Coordinación y redacción: Victoria Toro.
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