El General Óscar Naranjo, con más de cuatro décadas de experiencia, ha sido una voz autorizada en la comprensión de la violencia en América Latina. Su carrera traza un mapa de la transformación y las limitaciones de los estados ante el crimen organizado. Naranjo tuvo un papel fundamental en la caída de los grandes carteles de Colombia en los años 90, dirigió los servicios de inteligencia en momentos críticos para el país, y lideró reformas policiales que profesionalizaron las investigaciones criminales. Como vicepresidente, formó parte de la construcción de acuerdos de paz que marcaron un hito en la historia reciente de Colombia. Esta combinación de experiencia operativa, visión estratégica y habilidad política lo ha convertido en una referencia consultada por gobiernos y organizaciones internacionales que buscan entender por qué, a pesar de los esfuerzos, América Latina sigue siendo la región más violenta del mundo.
Desafíos en la Seguridad Actual
Naranjo, de 68 años, observa la situación actual con preocupación y claridad analítica. Advierte que la actual crisis es el resultado de un ciclo prolongado de fracasos, que incluyen la fragmentación del crimen organizado en estructuras territoriales disruptivas, la ideologización del debate público que obstaculiza la formulación de políticas basadas en evidencia, y la creciente militarización de la seguridad como respuesta populista. Los nuevos actores criminales, que tras la pandemia no solo buscan enriquecerse, sino también competir con el estado por legitimidad social, representan un desafío mayor.
Nuevo Ecosistema de Violencia
Pregunta. ¿Cuáles son los principales retos que enfrenta la situación de seguridad en América Latina?
Respuesta. Los problemas se han intensificado en una región considerada la más violenta del mundo durante 40 años. La fragmentación de las estructuras criminales ha permitido que estos grupos impacten local, regional y nacionalmente. A diferencia de los carteles de antaño, que buscaban acumular poder económico para influir en la política, ahora buscan controlar territorios y cooptar autoridades locales a través de la corrupción o la intimidación. El Tren de Aragua, un grupo que ha logrado expandirse a 11 países desde su origen en una prisión venezolana, es un claro ejemplo de esta nueva realidad.
Enfrentando el Crimen Organizado
Q. ¿Cómo se debe enfrentar este nuevo ecosistema de violencia?
A. Es necesario desvincular la comprensión de la seguridad y el narcotráfico de la ideologización. Mientras que las organizaciones criminales se integran, la región se fragmenta políticamente entre un sector que aboga por una respuesta férrea y otro que argumenta que la pobreza y la desigualdad provocan violencia. La ausencia de políticas públicas basadas en evidencias perpetúa el problema.
Extorsión en América Latina
Q. ¿Cómo se puede combatir la extorsión?
A. La extorsión ha debilitado elementos fundamentales del estado de derecho. Este fenómeno ha transformado a los extorsionistas en «proveedores de servicios» a los ojos de las víctimas, dificultando su denuncia por miedo a represalias. Las instituciones han fallado en crear un entorno seguro para que los ciudadanos reporten estos crímenes.
Estructura de Inteligencia y Combate al Crimen
Q. ¿Cuál es el estado de la inteligencia en la lucha contra el crimen?
A. La inteligencia debe ser una acumulación de conocimientos que involucre a la academia, la ciudadanía, el sector empresarial y las víctimas. Sin una adecuada rendición de cuentas y con el temor de enfrentar al público, las instituciones de seguridad quedan limitadas en su eficacia. Es preocupante que, a pesar de la alta tasa de homicidios en México, no ha habido responsabilidad política.
La Respuesta del Estado y las Estrategias Duras
Q. ¿Resolve una estrategia dura el problema del crimen?
A. Las estrategias duras no son sostenibles y frecuentemente resultan en abuso y violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, los políticos se inclinan hacia ellas como una táctica electoral, a pesar de devaluar la democracia. Es crucial fortalecer el estado sin sacrificar los derechos ciudadanos.
Ejemplos de Éxito y Aprendizajes
Q. ¿Está avanzando alguien en seguridad gracias a políticas basadas en evidencia?
A. Ejemplos como el de El Salvador bajo el presidente Bukele muestran avances significativos en la reducción de homicidios y extorsiones. Sin embargo, es necesario documentar y aprender de lo que se hizo en Colombia en años pasados, donde se logró una mejora institucional y aceptación en los temas de seguridad.
Políticas de Seguridad en México y Colombia
Q. ¿Qué piensas de la reforma de seguridad de Claudia Sheinbaum en México?
A. La nueva estrategia abre una oportunidad para rectificar el enfoque de administración anterior. Sin embargo, enfrentan el reto estructural de coordinar más de 3,000 fuerzas policiales en un país federal.
Q. ¿Qué debería hacer Colombia para evitar un nuevo ciclo de violencia?
A. Replantear la seguridad territorial es crucial. Es necesario implementar un enfoque que reconozca la diversidad de grupos y territorios y garantizar la implementación del acuerdo de paz de 2016, a pesar de los fracasos de negociaciones recientes.
Colaboración Internacional Contra el Crimen
Q. ¿Qué puede aportar Estados Unidos a la lucha contra el crimen en la región?
A. Es fundamental entender la lógica política basada en la disuasión del gobierno estadounidense. La relación entre agencias de Estados Unidos y países de la región debería trascender gobiernos, enfocándose en adversarios y objetivos comunes. La militarización no es la respuesta; la clave radica en la inteligencia y en llevar a los criminales ante la justicia.
