Putin desprecia al enviado de Trump con prolongada espera en el Kremlin

Encuentros entre Rusia y Estados Unidos: el nuevo plan de paz para Ucrania

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha repetido la experiencia de humillar al enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, al hacerlo esperar antes de una reunión en Moscú. Esta cita estaba destinada a discutir el nuevo plan del mandatario estadounidense, Donald Trump, para poner fin a la guerra en Ucrania. Witkoff lleva consigo un borrador resultante de negociaciones entre Washington y Kiev, realizado la semana pasada en Ginebra. Este plan corregido es una mejora de la propuesta original de 28 puntos que en gran medida respeta las exigencias del Kremlin, aunque los rusos buscan aún más territorios.

La dilación en la reunión

El Kremlin había programado el encuentro para las 17:00 horas en Moscú (15:00 en la península ibérica), pero minutos después del anuncio, Putin apareció en un foro llamado ¡Rusia llama! del banco BTV. El momento exacto en que el presidente ruso recibirá a Witkoff aún es incierto.

Esta es la segunda ocasión que Putin hace esperar a Witkoff; la primera vez ocurrió en marzo, cuando el empresario estadounidense se presentó en Moscú para discutir un alto el fuego de 30 días, que nunca se concretó. Aquella vez, el ruso improvisó una reunión con el líder bielorruso, Aleksandr Lukashenko, lo que llevó a Witkoff a esperar ocho horas.

Críticas a la representación estadounidense

La ausencia notable del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, resalta la importancia del encuentro de este martes. Witkoff, un empresario multimillonario y amigo personal de Trump, regresa a Moscú por sexta vez este año, acompañado de Jared Kushner, yerno del presidente. Sin embargo, su falta de experiencia diplomática ha generado críticas; incluso ha olvidado el nombre de algunas regiones ucranianas durante entrevistas. Las autoridades en Kiev acusan a Witkoff de haber adoptado una narrativa favorable a Putin.

El nuevo enviado ha mostrado mayor flexibilidad para el Kremlin que Keith Kellogg, el anterior representante de Trump para Ucrania, quien tenía un amplio conocimiento sobre Europa del Este pero fue veto por Moscú en sus negociaciones. Kellogg ha anunciado su salida en enero de 2026.

Witkoff ha sido criticado por asesorar al Kremlin sobre cómo agradar a Trump durante las negociaciones, lo que resultó en el primer borrador del plan de paz de 28 puntos, que implicaba la capitulación de Ucrania.

La búsqueda de más territorio

Poco antes de la reunión con Witkoff, Putin manifestó su intención de conquistar Pokrovsk, situada en la región de Donetsk, que ha sido un objetivo ruso desde febrero de 2024. Ucrania, sin embargo, ha negado la caída de la ciudad, afirmando que controla la parte norte desde la que realiza ataques a las fuerzas rusas en el sur.

Un video difundido por el Kremlin mostró al presidente ruso vestido de militar junto a su jefe de Estado Mayor, Valeri Guerásimov, en un centro de mando donde se anunció supuestamente la «liberación» de Krasnoarmiisk (nombre soviético de Pokrovsk) y de Vovchansk. Además, el Ministerio de Defensa ruso publicó un video de soldados en una ciudad devastada.

Durante su encuentro, Putin encargó a Guerásimov la creación de una «zona de seguridad» a lo largo de la frontera con Ucrania, una orden que incluye avanzar en las provincias ucranianas limítrofes con la Federación Rusa, como Járkov, Sumi y Chernígov. Este planteamiento contradice la supuesta intención de Rusia de limitarse a solicitar el reconocimiento internacional de su ocupación en Donetsk, Lugansk y Crimea.

La politóloga Tatiana Stanovaya, fundadora del centro de análisis Rpolitik, señaló que las demandas del Kremlin son solo «la punta del iceberg», destacando que los negociadores ajenos a Rusia enfrentan dificultades para entender las exigencias reales del país.