Lev Tahor en Yarumal: La llegada de una secta controversial a Colombia
En el pequeño supermercado de Yarumal, un pueblo del norte de Colombia, Andrés Orrego sorprendió a sus clientes al recordar a un misterioso comprador, conocido como «Amigo Americano». Este forastero, considerado extraño por los locales, mantenía una rutina inusual: hablaba español correctamente, realizaba compras masivas de productos como 10 kilos de maní y 100 kilos de papas, y siempre pagaba en efectivo. Sin embargo, tras una semana de su llegada, Orrego quedó atónito al enterarse de que su amigo era el principal detenido en un operativo contra Lev Tahor, una secta judía ultrarradical con un oscuro historial de abusos y matrimonios infantiles en Estados Unidos. La llegada de esta secta ha puesto en alerta a las autoridades colombianas, que enfrentan retos similares a los que encontraron México y Guatemala en el pasado.
Una comunidad clandestina
El «Amigo Americano», cuyo nombre se mantiene en reserva, lideraba un grupo compuesto por ocho adultos y 17 menores. Estaban alojados en un hotel de camioneros en las afueras del pueblo, donde las niñas vestían túnicas que cubrían completamente sus cuerpos, similar a un burka. A pesar de las peculiaridades de estos visitantes, muchos de los 45,000 habitantes de Yarumal no los habían visto en persona hasta que imágenes de sus hijos en túnicas empezaron a circular a nivel internacional.
Investigaciones y alertas
Cristian David Céspedes, alcalde de Yarumal, reveló que desde su llegada el 22 de octubre, las familias judías estaban bajo investigación por parte de la Fiscalía. Los antecedentes de Lev Tahor despertaron preocupaciones; la secta promueve matrimonios entre sus hijos para aumentar su número. Aunque el alcalde comunicó que la secta solo estaba de paso, audios filtrados indican que los líderes estaban solicitando ayuda para establecer una colonia.
El 23 de noviembre, las autoridades de Migración Colombia y el Ejército Nacional realizaron un operativo durante una oración, donde encontraron a los miembros de la secta con pasaportes de Estados Unidos, Guatemala y Canadá. Además, cinco de los menores contaban con una circular amarilla de Interpol, una alerta que sugiere la posible trata de personas. Actualmente, los 17 menores se encuentran bajo custodia estatal, aunque su destino final podría ser la expulsión junto a sus padres.
Un recorrido problemático
Lev Tahor, una secta originaria de Israel con un largo historial de abusos, ha recorrido diversos países antes de establecerse en Colombia. Desde su migración a Estados Unidos en los años 80, sus líderes han enfrentado múltiples condenas. Hasta la fecha, se han reportado miembros de la secta en países como Turquía y Rumanía, aunque su desplazamiento sigue siendo un misterio. Sus miembros se defienden alegando que son objeto de persecución religiosa.
El desafío legal en Colombia
A pesar de las protestas y el historial violento de la secta, la Fiscalía colombiana aún no ha iniciado ninguna investigación formal contra Lev Tahor. Las autoridades han afirmado que, en el momento de su llegada, no había indicios claros de que los niños estuvieran en riesgo de explotación.
Impacto internacional y preocupaciones familiares
La comunidad judía en Israel ha manifestado su preocupación. Orit Cohen, quien lleva años denunciando la situación de su familia atrapada en Lev Tahor, alertó que el retorno de los menores a sus padres significaría un regreso a un entorno de violencia y abuso. Las advertencias de Cohen, que incluyen testimonios de horror sobre matrimonios forzados, han caído en oídos sordos de instituciones que, según ella, no logran frenar el avance de la secta.
A medida que se desenvuelve esta situación en Yarumal, la posibilidad de que Colombia entregue a estos menores a sus padres se convierte en un tema de preocupación. Casos similares en Guatemala muestran que a pesar de las alertas, muchos niños terminaron de nuevo en manos de sus progenitores, lo que podría repetir la historia en el contexto colombiano.
La colaboración internacional se ha intensificado, con Migración Colombia trabajando con agencias de otros países para esclarecer la situación de estos niños. Mientras tanto, la pregunta queda en el aire: si Colombia permite que esta secta se establezca, ¿cuáles serán sus próximos movimientos?