La noche de las elecciones del 16 de noviembre, Zandra Parisi, de 62 años, originaria de Santiago, se vio abrumada por más de 3.700 mensajes y llamadas, muchas de ellas solicitando entrevistas. Su hermano menor, Franco Parisi, candidato presidencial, se destacó al obtener el tercer mayor porcentaje de votos, cerca del 20%, además de conseguir 14 escaños para su partido, el Partido de la Gente (PDG), en la Cámara de Diputados.
Zandra, quien hasta ahora había permanecido en las “sombras” de la política, logró ser elegida parlamentaria, lo que la posiciona como una pieza clave en la futura agenda legislativa. Aunque su hermano no avanzó a la segunda vuelta electoral del 14 de diciembre, su histórica votación de 2.552.649 votos queda como un capital importante en la contienda política, que enfrenta a dos candidatos: el ultraconservador José Antonio Kast y la comunista Jeannette Jara.
Franco Parisi, conocido por su lema “ni facho ni comunacho”, ha decidido no apoyar a ninguno de los dos candidatos, argumentando que ninguno ofrece garantías de confianza. Por su parte, Zandra ha declarado que votará nulo o blanco, criticando la falta de autenticidad en las recientes alianzas políticas, como la fotografía entre el expresidente Eduardo Frei y Kast, así como el desayuno entre Michelle Bachelet y Jara. “Los apretones de manos y una fotografía no tienen valor en la política de hoy”, afirma la nueva legisladora.
Percepción de la clase política
Zandra Parisi sostiene que la clase política tradicional ha ignorado el trabajo y la propuesta de su hermano. “Se ponen una venda sobre los ojos y están como los caballos, con una visera que solo les permite ver en una dirección”, critica. Describe a los votantes de Franco como «los abandonados» y «desalentados» en la política, una sensación que ella considera común entre los chilenos.
Graduada en Relaciones Públicas de la Universidad Bernardo O’Higgins, Zandra ha tenido diversas experiencias académicas, desde estudios en bioquímica hasta arsenalería quirúrgica. Casada con el oftalmólogo Marcelo Ramírez, es madre de tres hijos y un hijo adoptivo de 26 años. Cita a sus padres y abuelos, migrantes italianos, como sus principales referentes.
Trayectoria política: De la UDI al PDG
Zandra, de cabello rubio y una sonrisa constante, no desea ser encasillada en alguna ideología política definida. A pesar de haber militado en la Unión Demócrata Independiente (UDI) durante 15 años, destaca que su verdadera identificación es con «la gente». La UDI le ofreció un camino hacia el servicio social, por lo cual decidió unirse.
En 2012, intentó postularse como concejal en La Reina, pero se vio limitada por las decisiones internas del partido. Le pidieron competir en Peñalolén, donde fue derrotada por Carla Ochoa. Luego de esta experiencia, Zandra decidió que la política debe ser meritocrática, lo que la llevó a competir como diputada en 2017 en la isla de Chiloé, aunque sin éxito.
Durante ese tiempo, su hermano Franco Parisi ya era una figura conocida en los medios, lo que facilitó su camino hacia la presidencia en 2013, donde obtuvo un 10% de los votos. Posteriormente, él y Zandra cofundaron el PDG en 2019, que en 2021 llegó a tener el mayor número de militantes en Chile.
Expectativas en el Parlamento
Con la llegada del PDG al Parlamento, Zandra Parisi explica que el partido es consciente de las promesas que la política suele ofrecer. “Sabemos que nos van a sonreír y dar palmaditas en la espalda”, señala, refiriéndose a la atención brindada por los medios. Ella respalda la postura de su colega Pamela Jiles, quien ha denunciado abusos hacia la ciudadanía, advirtiendo que no permitirá que se perpetúen por parte de ningún Gobierno.
Su discurso, que se alinea con el de su hermano, se centra en la meritocracia y en expresar el descontento popular hacia las élites políticas. Zandra reconoce que sus similitudes son muchas: “Me dicen que soy Franco con peluca”, bromea al respecto.