Helena Uran Bidegain, una politóloga e investigadora de 50 años originaria de Lovaina, Bélgica, ha dedicado gran parte de su vida a la reconstrucción de la memoria histórica de Colombia. Su vida se marcó trágicamente a los 10 años, cuando su padre, Carlos Horacio Uran, exmagistrado auxiliar del Consejo de Estado, fue asesinado durante la toma y retoma del Palacio de Justicia por parte del guerrillero M-19 en noviembre de 1985. En su libro Mi vida y el Palacio (Planeta, 2020), narra el intenso sufrimiento que ella y su familia experimentaron mientras el Ejército respondía con fuerza a la situación. A pesar de los testimonios y videos que documentan a su padre saliendo con vida del edificio, su cuerpo fue hallado posteriormente en Medicina Legal con identidades equivocadas, y se descubrió que había sido ejecutado. En 2007, la Fiscalía encontró su billetera en instalaciones de inteligencia militar, y en 2010, concluyó que había recibido un disparo a corta distancia, un hecho que fue catalogado como una ejecución extrajudicial por la CIDH en 2018. En el contexto del 40 aniversario del holocausto, Uran ha creado una fundación que lleva el nombre de su padre para trabajar en pro de la memoria histórica de Colombia.
La Memoria Histórica en Colombia
Pregunta. ¿Le preocupa cómo se ha abordado la memoria en Colombia?
Respuesta. Existe una falta de entendimiento sobre el potencial de la memoria como un pilar de la democracia. Se ha abordado desde la perspectiva de quienes han llevado las armas, lo cual limita el relato a la visión de los poderosos. La memoria debería trascender la nostalgia y enfocarse en cómo podemos aprender de ese dolor para transformarlo en algo que nos fortalezca como nación.
Responsabilidades Compartidas
P. ¿Cómo se ha construido la memoria alrededor del caso del Palacio de Justicia?
R. La sociedad ha quedado atrapada en la dicotomía de culpar al M-19 o a aquellos que sobrerreaccionaron. Es necesario reconocer que hay una responsabilidad compartida. La discusión se debe centrar en cómo debe funcionar un Estado de derecho, donde la Fuerza Pública no debe atacar a civiles ni ejecutar a guerrilleros en estado de indefensión.
Impacto de las Confrontaciones Políticas
P. ¿Cómo han influido las confrontaciones políticas en esta narrativa?
R. El Palacio de Justicia se usa como argumento para defender posiciones políticas, lo que desvía la discusión real. Hubo un ataque a una de las ramas del poder estatal que tuvo implicaciones democráticas duraderas. Esto revela un contexto de impunidad que se ha perpetuado en la historia colombiana.
El Rol de la Fundación Carlos H. Uran
P. ¿Cuál será el papel de la fundación en este proceso?
R. En Colombia, hoy no existe una política real de memoria. La fundación se enfoca en tres áreas: investigación, cultura y pedagogía democrática. Buscamos generar conciencia sobre el impacto del pasado en los derechos y la justicia en la actualidad.
Investigaciones y Justicia
P. ¿Qué ha ocurrido con las investigaciones sobre la muerte de su padre?
R. Desafortunadamente, la Fiscalía desestimó la evidencia que corroboraba que mi papá había sido asesinado. Hemos apelado a esas decisiones, y es desconcertante observar cómo desaparecen pruebas cruciales.
Demandas de Reconocimiento y Memoria
P. ¿Qué actitud espera del presidente en la conmemoración de los 40 años del holocausto?
R. He propuesto que el presidente Petro reconozca colectivamente este acontecimiento, algo que nunca se ha hecho. Un acto simbólico que incluya al M-19 podría contribuir a pactos de convivencia, que son necesarios para avanzar.
Acto Central de la Conmemoración
P. ¿Cuál será el acto central de la fundación para este año?
R. Realizaremos un performance en el trayecto donde salían los últimos rehenes, comenzando con música de César López. Este evento incluirá a supervivientes de torturas, quienes llevarán la memoria viva. Además, se subastarán obras de arte para apoyar a la fundación.
Nuevos Proyectos Literarios
P. ¿Qué puede adelantar sobre su próximo libro Deshacer los nudos?
R. Este libro aborda la disputa por los relatos históricos y busca desenredar los nudos que impiden una comprensión adecuada. Mi objetivo es que la memoria trascienda el caso específico del Palacio de Justicia y se conecte con otros eventos significativos en la historia del país.