Un anuncio en TikTok prometía: “Además te llevas un ordenador gratis, las ayudas están a punto de agotarse.” Esta promoción ha alcanzado a 1.4 millones de españoles, con una empresa lanzando más de 8,300 variantes de este mensaje en la red social. En otros anuncios de Instagram y Facebook, se podía ver a jóvenes afirmando: “Me llevé un Mac totalmente nuevo y sin pagar nada”. Alternativamente, se leía: “Puedes conseguir el iPhone 17 Pro o un MacBook Air, totalmente gratis y legal. ¿Te suena a trampa? No lo es”.
Esta ola de regalos proviene de una generosa subvención destinada a autónomos y pequeñas y medianas empresas (pymes), conocida como el «kit digital». Este programa, que cuenta con 3,400 millones de euros de fondos europeos, ofrece hasta 1,000 euros para un ordenador y hasta 2,000 euros para mejorar sitios web o redes sociales. Hasta ahora, se han aprobado 858,000 ayudas. Sin embargo, la implementación de estas subvenciones ha estado marcada por irregularidades, como la utilización indebida de intermediarios, solicitudes fraudulentas y la venta de ordenadores sin abrir en plataformas como Wallapop.
Aunque no se puede determinar el impacto exacto de estas irregularidades, miles de afectados han denunciado posibles estafas en línea. Red.es, el organismo encargado de gestionar el «kit digital», ha sido reticente a proporcionar información sobre el volumen de quejas recibidas y los mecanismos de control en el manejo de estos fondos públicos. En la actualidad, no se prevé una nueva convocatoria hasta 2026.
A pesar de los problemas, muchas pymes han experimentado mejoras en su digitalización. Javier Martínez Ruiz, un empresario de Albacete, valora positivamente la intención del programa, aunque considera que es crucial vender el programa en sí y no simplemente el atractivo de los regalos. “No podemos quedarnos atrás en cuanto a maduración digital”, comenta.
Las Irregularidades del Kit Digital
Ante la falta de controles efectivos, surgieron problemáticas relacionadas con la burocracia y la picaresca. Denuncias colectivas y quejas en redes sociales han proliferado, indicando que muchos servicios prometidos no se cumplieron o se ofrecieron de manera deficiente. Un grupo en Facebook, con 861 miembros, señala que muchos autónomos se ven en desventaja debido a la competencia desleal que ha generado el «kit digital».
Los autónomos podían solicitar servicios a empresas autorizadas, denominadas «agentes digitalizadores». No obstante, muchos no cumplían con los criterios para convertirse en agentes, lo que limitó su capacidad para participar en el programa. Un exagente digitalizador señala que la competencia feroz está obligando a los empresarios a cumplir con exigencias que comprometen su sostenibilidad.
El Papel de los Intermediarios
Empresas como «Ayuda Digitalización», fundadas en 2022, se presentaron como intermediarias para ayudar a pequeñas empresas a aprovechar la subvención. Aunque gestionaban la burocracia a cambio de una cuota mensual, también han surgido denuncias sobre prácticas engañosas. Se acusó a estas empresas de ofrecer clientes falsos o de mala calidad, lo que ha generado descontento entre los pequeños autónomos que dependen del programa para su supervivencia.
Yolanda Mejías, una profesional del sector digital, ha denunciado a «Ayuda Digitalización» tras enfrentar problemas con la calidad de los clientes proporcionados. “Te daban clientes que, o no eran reales, o no querían el kit digital”, relata. Otros afectados comparten experiencias similares, enfrentándose a pérdidas económicas significativas debido a las irregularidades en la gestión de estas intermediarias.
Servicios de Baja Calidad y Problemas Legales
Las quejas se extienden a la calidad de los servicios recibidos por los beneficiarios del kit digital. Emma, una creadora de contenidos en Barcelona, señala que los servicios ofrecidos por una empresa canaria fueron inadecuados y se desentendieron de su caso tras recibir el pago. Estos problemas son comunes entre muchos usuarios que no obtuvieron el valor esperado por las inversiones realizadas.
Los Representantes Fantasmas
Uno de los aspectos más alarmantes es el uso indebido de la figura del «representante voluntario». Esta modalidad permitió a ciertas personas actuar en nombre de autónomos, quienes no siempre eran conscientes de lo que firmaban. Algunos se han visto despojados de sus derechos al permitir que empresas presenten solicitudes en su nombre sin cumplir con la ejecución del proyecto. Este fenómeno ha dejado a muchos con sorpresas desagradables al momento de realizar sus declaraciones fiscales.
Si tienes más información sobre este caso u otros similares, puedes escribir a jordipc@elpais.es