Colombia recupera cinco artefactos del pecio del galeón San José

Colombia recupera cinco artefactos del pecio del galeón San José

El Gobierno de Colombia ha recuperado cinco objetos y fragmentos del pecio del galeón San José, hundido en 1708 cerca de Cartagena de Indias y hallado en diciembre de 2005. Según el Ministerio de las Culturas, entre las piezas recuperadas se encuentran un cañón, una taza de porcelana y tres macuquinas (monedas), así como dos fragmentos de porcelana y restos de sedimento asociados a estos objetos.

El ministerio ha destacado que “esta evidencia material servirá para realizar estudios arqueológicos y análisis arqueométricos. Estos estudios permitirán investigar aspectos como la procedencia, cronología y tecnologías de producción de los objetos, ayudando a confirmar los hallazgos”. El San José, parte de la Armada española, fue hundido el 8 de junio de 1708 por una flota de corsarios ingleses. En el momento de su hundimiento, el barco llevaba a bordo aproximadamente 11 millones de monedas de oro y plata, recolectadas en la feria de Portobelo, Panamá.

“La selección de los objetos arqueológicos se realizó siguiendo rigurosos protocolos para garantizar la viabilidad técnica de la robótica submarina de la Armada. Esto permitió identificar los materiales inorgánicos más representativos, como cerámica y metales, que son clave para el desarrollo del proyecto de investigación”, detalló el documento emitido por el ministerio.

El 5 de diciembre de 2015, el entonces presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció el descubrimiento del pecio, que España reclama como un “barco de Estado” según las normativas de la UNESCO. El Gobierno colombiano, por su parte, ha declarado al San José “bien de interés cultural sumergido” y ha propuesto a España abordar este patrimonio como un bien compartido.

La primera fase del proyecto de investigación colombiano consistió en explorar los restos del barco, localizados a unos 600 metros de profundidad, donde se catalogaron 1,138 objetos mediante un estudio no intrusivo del contexto arqueológico. Actualmente, la segunda fase se centra en el análisis directo de los objetos arqueológicos, lo que implica su recolección para estabilizarlos, adaptándolos gradualmente del entorno marino al terrestre, y así conservarlos adecuadamente.

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