El reciente bombardeo a un campamento de las disidencias de las FARC, liderado por Iván Mordisco, en el departamento del Guaviare, ha generado un intenso debate en la política colombiana tras la muerte de siete menores de edad. Esta situación ha llevado al presidente Gustavo Petro a enfrentar críticas por su cambio de postura respecto a los bombardeos que causan la muerte de menores; antes de asumir la presidencia, Petro abogaba por la cero tolerancia, mientras que ahora justifica estas acciones. La controversia no solo involucra al mandatario, sino que también ha afectado a varios sectores políticos que, en el pasado, respaldaron bombardeos similares durante los gobiernos anteriores.
Reacciones de Funcionarios y Políticos
Uno de los funcionarios más cercanos a Petro, el ministro del Interior Armando Benedetti, ha moderado sus críticas a raíz del bombardeo. En 2021, Benedetti, como senador, había promovido una moción de censura contra el exministro de Defensa Diego Molano tras un ataque que mató a 11 menores en la misma región. Sin embargo, en su intervención reciente en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, Benedetti expresó que puede resultar «perverso» dictar políticas que impidan bombardeos en presencia de menores, argumentando que esto podría facilitar el trabajo de los guerrilleros al alertar sobre su presencia.
La Posición de la Izquierda
Otro político en una situación similar es Roy Barreras, actualmente precandidato cercano al oficialismo. En el pasado, Barreras criticó fuertemente las operaciones militares del gobierno de Iván Duque y reclamó la salida de su ministro de Defensa tras la muerte de niños en un bombardeo. Ahora, aunque lamenta la muerte de los menores en el Guaviare, su discurso ha cambiado hacia el problema del reclutamiento infantil por parte de las disidencias, evitando cuestionar de manera directa al actual ministro de Defensa, Pedro Sánchez.
Reacciones de la Oposición
Iván Cepeda, también del partido de Gobierno, ha sido crítico en el pasado respecto a bombardeos similares. Sin embargo, su postura ha sido menos contundente en esta ocasión, optando por no exigir la salida del actual ministro de Defensa. Por su parte, Katherine Miranda, congresista de oposición, ha instado a Cepeda y otros miembros de la izquierda a adoptar una postura más firme en este asunto, subrayando la importancia de mantener la coherencia en la defensa de los derechos humanos.
Cambios en el Discurso Político
Algunos miembros de la izquierda han moderado sus críticas en comparación con sus posiciones anteriores. El senador Wilson Arias ha suavizado su discurso, sugiriendo diferencias entre el bombardeo actual y el de 2021. En este sentido, se observa un cambio significativo en las narrativas, donde la responsabilidad del Estado es matizada con distinciones sobre los tipos de operaciones militares.
La Derecha en una Posición Complicada
En la derecha, la situación no es menos complicada. Algunos exministros, como Guillermo Botero, han defendido al actual ministro de Defensa, argumentando que la fuerza pública ha actuado con precaución. La senadora María Fernanda Cabal, del partido Centro Democrático, ha condenado el bombardeo en el Guaviare, señalando una aparente hipocresía en las posturas actuales del gobierno de Petro en comparación con las criticas que realizaban en el pasado.
Consenso en el Debate Político
A pesar de las diferencias, tanto la izquierda como la derecha parecen coincidir en un punto: si se implementan restricciones a los bombardeos por el temor a afectar a menores, esto podría incentivar el reclutamiento de niños por parte de las disidencias. Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos advierten que esta lógica normaliza la muerte de menores y desvía la responsabilidad del Estado de proteger a los niños, incluso en situaciones de conflicto.