La NASA revela nuevos hallazgos sobre el cometa 3I/ATLAS
La NASA ha reanudado su comunicación sobre el cometa 3I/ATLAS, después de más de un mes sin actualizaciones. Este miércoles, la agencia espacial de EE. UU. presentó las imágenes más recientes del objeto interestelar, obtenidas de ocho misiones científicas distribuidas por el sistema solar. Desde la pequeña nave que investiga el asteroide Psyche hasta diversos telescopios espaciales como el Hubble, estos datos proporcionan a la comunidad científica una mejor comprensión de este objeto calificado como “misterioso”.
Origen y descubrimiento del cometa 3I/ATLAS
El 3I/ATLAS fue detectado por primera vez el 1 de julio por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), una red de defensa planetaria financiada por la NASA. Esta red incluye cinco telescopios, uno de los cuales se encuentra en el Teide, España. El nombre del cometa se deriva de su catálogo como el tercer objeto interestelar (3I) identificado en nuestro sistema solar y proviene de algún lugar de la galaxia Vía Láctea.
Características del cometa 3I/ATLAS
Las observaciones iniciales del 3I/ATLAS descartaron cualquier amenaza para la Tierra. Su máxima aproximación ocurrirá el 19 de diciembre, a más de 273 millones de kilómetros, casi el doble de la distancia entre nuestro planeta y el Sol. Sin embargo, el cometa se acercó considerablemente a Marte, a solo 28 millones de kilómetros, el 3 de octubre, lo que permitió a la sonda Mars Reconnaissance capturar imágenes de él. Estas observaciones serán fundamentales para determinar su tamaño y forma, mientras que las imágenes ultravioletas obtenidas por la sonda MAVEN también brindarán información sobre su composición.
Estudios e hipótesis sobre el cometa
Un análisis reciente del telescopio espacial Hubble estimó que el diámetro del núcleo del cometa podría variar entre 320 metros y 5,6 kilómetros, lo que lo convierte en el mayor objeto interestelar observado en nuestro sistema solar. Se cree que 3I/ATLAS es el más rápido, alcanzando velocidades de hasta 246.000 kilómetros por hora, y puede ser un fósil espacial, más antiguo que el Sol por 3.000 millones de años.
A pesar de la seguridad respecto a la ausencia de amenaza, la singularidad del 3I/ATLAS ha dado pie a numerosas especulaciones sobre su origen. En particular, algunas voces han sugerido que el cometa podría no ser un cometa en absoluto, sino una nave extraterrestre. Esta idea fue propuesta por el profesor de física Abraham Loeb, quien destaca anomalías en el comportamiento del cometa y su cola. Sin embargo, la comunidad científica ha respondido con escepticismo, considerando estas teorías como meras especulaciones.
Reacciones sobre el silencio de la NASA
El silencio prolongado de la NASA se atribuyó al cierre del Gobierno de EE. UU., que tuvo un impacto en las operaciones de la agencia. No fue hasta que se reanudaron las actividades que la jefe científica de la NASA, Nicola Fox, desestimó las hipótesis sobre el origen alienígena del cometa, reafirmando que no existen pruebas que sugieran que se trata de algo distinto a un cometa.
Observaciones futuras del cometa 3I/ATLAS
Durante el tiempo que el cometa estuvo oculto desde la perspectiva terrestre debido al Sol, diversas sondas espaciales continuaron su observación. Sistemas como la Europa Clipper, en camino a Júpiter, podrían haber cruzado la cola del cometa. Las próximas semanas serán cruciales para utilizar telescopios terrestres y afinar detalles sobre su tamaño y composición alrededor del 19 de diciembre.
De cara a 2026, el 3I/ATLAS continuará su trayecto, alejándose rápidamente y acercándose a Júpiter, donde la sonda Juno podrá observarlo a unos 50 millones de kilómetros. Las agencias espaciales tienen la intención de aprovechar cada oportunidad para investigar este cometa inusual, que podría ofrecer pistas valiosas sobre la formación de sistemas planetarios mucho más antiguos que el nuestro.