Un rescate dramático tuvo lugar este domingo en Culiacán, Sinaloa, donde el Ejército y la Guardia Nacional lograron liberar a al menos 17 hombres y tres mujeres en la zona industrial conocida como Piggy Back. Este hecho ha captado la atención del estado, ya que las víctimas tenían reportes de desaparición previos. Aunque las identidades de los rescatados aún no han sido reveladas, este operativo se realizó tras una noche marcada por una alarmante violencia en la región, en la que grupos criminales utilizaron drones para lanzar bombas.
Según la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, además de las 20 personas liberadas, en el lugar se encontraron armas, municiones, chalecos tácticos, antenas inhibidoras de señal y dosis de marihuana. A la fecha, no se han registrado detenciones relacionadas con este caso, según el informe de la dependencia local.
Este rescate se presenta en un contexto de creciente violencia en Sinaloa. Las 20 personas recuperadas con vida se retiran de un registro alarmante que ya acumula más de 4.000 desaparecidos en el estado durante los últimos 14 meses. Esta cifra se ha incrementado en medio de la intensa confrontación entre dos facciones del Cártel de Sinaloa: una liderada por Iván Archivaldo Guzmán, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, y la otra por Ismael Zambada Sicairos, conocido como Mayito Flaco, hijo de Ismael ‘El Mayo’ Zambada.
Los herederos de los antiguos socios en el tráfico de drogas y armas ahora se enfrentan por el control territorial de Sinaloa, extendiendo sus operaciones ilegales al mercado inmobiliario, la tala de bosques y la minería. Esta lucha interna ha resultado en al menos 3.000 asesinatos, una cifra que incluye a aquellos muertos a manos del Ejército y la Guardia Nacional, según reportes oficiales.
Poco antes del rescate, un ataque con bombas lanzadas por drones tuvo lugar en un salón de fiestas en Villa Juárez, una comunidad agrícola ubicada a unos 15 kilómetros de Culiacán. Durante este evento, que celebraba un cumpleaños de 15 años, diez personas resultaron heridas. Aunque ningún grupo criminal ha reivindicado la autoría del ataque, se ha difundido en redes sociales que ambas facciones reconocieron que los asistentes a la fiesta no estaban involucrados en su conflicto.
En la misma jornada, el Ejército intervino en El Guasimal, un pueblo al norte de Culiacán, donde cinco hombres fueron abatidos. Además, nueve personas, incluyendo a un ciudadano francés, fueron detenidas. Fuentes locales indicaron que los detenidos portaban chalecos con las siglas CJNG, refiriéndose al Cártel Jalisco Nueva Generación, aunque esta información no ha sido confirmada por las autoridades.
Los rescates, ataques y enfrentamientos con las fuerzas del orden se han convertido en parte de la rutina diaria en Sinaloa, especialmente en la capital. Organizaciones civiles y grupos de derechos humanos han comenzado a demandar un “Plan Sinaloa”, similar al aprobado en Michoacán tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
El Gobierno Estatal ha indicado que ha implementado un operativo local desde septiembre de 2024, aunque hasta ahora los resultados no han demostrado una reducción significativa de la violencia. Según la organización civil Iniciativa Sinaloa, el clima de violencia ha llevado a que al menos nueve de los 20 municipios de Sinaloa —Concordia, Choix, Badiraguato, San Ignacio, Navolato, Escuinapa, Cosalá, Rosario y Sinaloa— se hayan convertido en zonas de silencio total, donde se reportan desplazamientos masivos de personas y falta de periodistas y activistas para documentar lo ocurrido.
