Diego Santilli ha iniciado su carrera política de la mano del peronista neoliberal Carlos Menem y ha sido un relevante colaborador del macrista Horacio Rodríguez Larreta. Desde este martes, ocupa el cargo de ministro del Interior en el gobierno de Javier Milei, un líder de la ultraderecha argentina. Santilli, de 58 años, prestó juramento en la Casa Rosada con la responsabilidad de fomentar el diálogo con los gobernadores provinciales, crucial para asegurar las mayorías necesarias en el Congreso y facilitar la aprobación de reformas fundamentales, incluido el Presupuesto 2026.
El nuevo ministro compartió en sus redes sociales el acto de toma de posesión, reiterando su compromiso de trabajar en conjunto para llevar a cabo las reformas que, según él, fueron respaldadas por millones de argentinos en las elecciones de octubre. Se refirió a la necesidad de dejar atrás años de decadencia y avanzar hacia un nuevo rumbo económico y social.
Santilli encabezó la lista oficialista en la provincia de Buenos Aires para las elecciones legislativas del 26 de octubre, donde logró obtener 3,6 millones de votos, equivalente al 41% del electorado, marcando una victoria significativa frente al peronismo. Aunque estaba preparado para asumir un escaño en la Cámara de Diputados el próximo 10 de diciembre, la renuncia de Lisandro Catalán lo condujo al ministerio del Interior.
Las reuniones entre Santilli y los gobernadores provinciales comenzaron el viernes y se extenderán durante esta semana, en un clima optimista dentro de la Casa Rosada. A diferencia de los reveses legislativos sufridos durante la primera parte del mandato de Milei, el oficialismo contará a partir de diciembre con un tercio de legisladores a su favor, lo que le permitirá sostener el veto presidencial sobre cualquier ley presentada por la oposición.
El presidente Javier Milei está convencido de que logrará los apoyos necesarios para aprobar el Presupuesto del próximo año, el primero en su administración. Desde su asunción a finales de 2023, ha prorrogado los recursos del gobierno anterior y ha aplicado modificaciones a través de decretos, afectando significativamente el gasto público.
Dentro de su gestión, Santilli se enfrenta al desafío de negociar concesiones con los gobernadores a cambio de apoyo legislativo. Entre las demandas se encuentra la distribución automática de la recaudación estatal y el envío de recursos necesarios para los sistemas provinciales de jubilación. También ha recibido solicitudes específicas de varias regiones, como la eliminación de impuestos a las exportaciones de hidrocarburos por parte del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y mayores garantías para las empresas mineras exigidas por el peronista disidente Marcelo Orrego, de San Juan.
En el panorama actual, los únicos gobernadores excluidos de las negociaciones son aquellos que representan la oposición más dura al gobierno de Milei, entre ellos Axel Kicillof de Buenos Aires. El presidente confía en poder dividir la bancada peronista para facilitar la consecución de sus objetivos legislativos.
Reorganizació del Gabinete
La asunción de Santilli se produce en el contexto de una notable reorganización del Gabinete. Además de la salida de Lisandro Catalán, el ex vocero Manuel Adorni ha sido nombrado Jefe de Gabinete, mientras aún se espera la elección de sucesores para Luis Petri en Defensa y Patricia Bullrich en Seguridad. En cuanto al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, su permanencia en el cargo está en duda.
Asimismo, Santilli asumirá la cartera del Interior sin la responsabilidad de la política migratoria, que ha sido transferida al ámbito de Seguridad. Esta decisión se alinea con la prioridad del gobierno de fortalecer los controles fronterizos y las regulaciones sobre la inmigración. Aunque Milei no ha adoptado el discurso antiinmigración de otros líderes de ultraderecha, ha implementado restricciones más estrictas desde su llegada al poder, incluyendo la exigencia de que las provincias cobren a los extranjeros que utilicen hospitales públicos.