En lo alto de los árboles, en acantilados de difícil acceso o cerca de cuerpos en descomposición, se encuentran los buitres. Esta metáfora fue utilizada por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien, en un arranque de furia, se refirió a sus opositores como comentócratas. Aquellos que critican y tienen una visión diferente son, para ella, carroñeros. Sin embargo, esta forma de abordar la crítica puede ser problemática, especialmente en un contexto donde la inseguridad se ha vuelto un tema central, sobre todo en estados como Michoacán.
La gestión de la presidenta Sheinbaum no es fácil y, aunque su trabajo implica lidiar con numerosos desafíos, culpar a un pasado lejano por los problemas actuales parece una estrategia desgastada. Durante dos décadas, tanto ella como el presidente Andrés Manuel López Obrador se alimentaron de errores de administraciones anteriores. Sin embargo, en tiempos de emergencia, como la crisis de inseguridad que vive el país, estas respuestas demagógicas pueden resultar ineficaces. La ciudadanía no solo es consciente de la problemática de la inseguridad, sino que la vive a diario, y ya hay varios estados que se encuentran en estado de alerta.
Dentro del mundo político, algunos podrían ver la crisis de inseguridad en México como una oportunidad. La presidenta está al tanto de que Morena, su partido, está lleno de figuras que pueden ser tanto delirantes como oportunistas. Su retórica ante sus adversarios podría reflejar más desesperación y falta de control sobre la situación que un verdadero debate político. Sin embargo, es significativo que Sheinbaum no califique a los criminales más allá del término “delincuentes”. Nunca se refiere a ellos como asesinos o monstruos. Para ella, la inseguridad es un fenómeno creado por los embates de la derecha y los conservadores, que, según su visión, buscan obstaculizar el progreso del país.
La realidad, sin embargo, es que los verdaderos culpables son los criminales que operan en el ámbito del crimen organizado. Estos son los que asesinan, extorsionan y someten a comunidades enteras. Mientras que la presidenta parece dividir la criminalidad entre el pasado político y el presente de su gobierno, la verdad es que los criminales continúan ejerciendo control a través del terror y la muerte, sin ninguna preocupación por la retórica política.
La presidenta ha cuestionado si la ciudadanía desea regresar a la “guerra de Calderón”, y la respuesta general es un contundente no. Sin embargo, los ciudadanos buscan entender cuál será la estrategia de Claudia Sheinbaum para pacificar Michoacán y otros lugares desbordados por la violencia. En definitiva, ella necesita enfocar su atención en la verdadera amenaza: los criminales que asedian al país, no en quienes critican su gestión.
Por ahora, los «buitres» continuarán observando desde su posición, mientras el país enfrenta la descomposición y la inseguridad en el marco de la cuarta transformación.
@juanizavala